Página de filosofía y discusión sobre el pensamiento contemporáneo

sábado, 3 de abril de 2010

Cuatro aforismos.
Borja Lucena

1. La naturaleza es la potencia de crecer, y eso es lo que deja ver el arte como su falta. El arte es incapaz de ser desnuda naturaleza porque en última instancia no puede dejar de ser cosa. Existe ese gran abismo que intenta ser salvado a través de las imágenes, los significados y las metáforas; la metáfora, por ejemplo, hace crecer las cosas, pero nunca tiene raíces que la alimenten y la agarren al suelo. Sustituye las raíces por el suelo fértil de la fantasía, pero eso exige ya el concurso de un alma que morirá. El arte que más se acerca a la potencia natural de crecer es la música. Pero la música también muere.

2. Lo sospechoso de tantos poemas dedicados a la muerte es que están escritos para que los lean los vivos.

3. Lo fraudulento del discurso dirigido contra la política de guerra sin cuartel al terrorismo: donde el pacifismo fundamentalista ve una obsesión por la seguridad no está más que contemplando la proyección de sus propias fijaciones, pues no hay nadie más enfermizamente aferrado a la seguridad que aquel que desiste incluso de luchar por lo que legítimamente le pertenece.

4. El trabajo del psicólogo es injustamente denostado, cuando es quizás el más difícil que nadie pueda afrontar: procurar hacer soportable una vida sin Dios.

9 comentarios:

  1. sepptembrini11/4/10, 1:16

    1- La naturaleza juega con una ventaja que no es tal, es definición. Es un vientre preñado.

    El arte no refiere una cosa. El bueno no confronta con la naturaleza, solo el malo, el insolente, ágrafo. El bueno refiere al individuo, al grupo, a la masa, en pugna consigo mismo, con los otros y con lo que les agarra a la ubre de su madre, la naturaleza y sus inercias.

    2- El miedo es libre. Por otro lado, sentando que los afectos son importantes, si sabemos que podemos fallarnos, los demàs son menos confiables. La muerte siempre cumple su promesa.

    3- Lo único que se que es de mi propiedad es lo que no puede defenderse. Yo no me se defender, luego me apropio de mi mismo.

    4- Dios implora por una hora.

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  2. sepptembrini11/4/10, 1:22

    * " 4-" Es de Canetti, no hay plagio cuando no hay , mejor definición de lo trascendente.

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  3. A mi me gusta la teoría platónica de la poiesis.

    1) De la naturaleza (physis) sabemos solamente que es la autora de todo cuanto consideramos natural. Es el poeta fundamental.
    2) Por lo tanto lo natural es ya un producto, algo derivado de la "physis".
    3)Los poetas y en general los artistas imitan lo natural y son, por lo tanto, imitadores de copias.
    4) Ergo vivimos, por naturaleza, fuera de la verdad, en un mundo de copias, en la caverna.

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  4. ALf: Yo sí creo que el ámbito del arte es la naturaleza, aunque más bien me refiero a su acepción de "Mundo", de espacio en el que vivimos, padecemos y reímos y que tenemos que hacer humanamente habitable.
    Gregorio: Según Platón vivimos en un mundo de copias, pero el problema que se me plantea es cómo un aparecer sensible puede copiar algo que, por propia naturaleza, no aparece: ¿cómo, por ejemplo, una imagen puede ser copia de lo que es ajeno a la imagen?
    Por eso no estoy seguro de que el arte se acabe en la copia de la copia; es decir, que el arte sea la imitación de una apariencia tomada como ajena a lo real mismo. Más bien creo que, en tanto al ser le es constitutivo el aparecer (pero, en este caso no como mímesis, sino como ámbito del ser mismo), el arte es el modo privilegiado de fidelidad a esa apariencia que a menudo se oculta bajo la búsqueda de la esencia. El objeto de arte, como la más mundana de las obras humanas, refiere la dimensión de lo real como mundo de lo que aparece en tanto aparece, mundo en el que también somos algo o alguien que aparece. Creo que la única manera de no degradar el objeto de arte a producto derivado es situarlo en este ámbito de la apariencia que, digamos, no oculta nada.
    Pero ahí me pierdo (si es que antes ya no estaba perdido). Espero que se entienda algo de lo que digo....

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  5. Retórica, idealismo, retroceso, "repetición"... ¿sois concientes de lo que "realmente" (por íntimamente) perseguis? Entrar en este debate (tan viejo y tan inconcluyente como lo fue en su lejano día... -tiempos de Platón o previos-) es sin duda "perderse", Borja.

    La "jugada" (¿poética?), Gregorio, de "concluir" con: "...vivimos, por naturaleza, fuera de la verdad, en un mundo de copias, en la caverna", se niega a sí misma como algo que vaya más allá de "la -mala- poesía" (o sea, de lña retórica -sí, porque la "mejor" poesía... al menos pone "el mundo" en ridículo, sublimándo la conciencia de la propia impotencia... -pero esto es ir más allá de mi crítica..-). Se "niega" afirmo, porque "la verdad" sólo puede entenderse como algo que de por sí es parte inseparable de "la caverna", es decir, algo "imaginario" -cuya creación debe ser elucidada y no "dada" por preexistente al hombre-. No se puede "vivir en la caverna" y "vivir fuera de la verdad: sostener esto es contradictorio (además de ser una mera construcción retórica, como dije antes). ¿Por qué se "entra" en "esto"? Esto lleva a mi modo de ver a alguna parte mientras el otro "debate", al menos yo, no veo que lleve a nada... nada que no sea "justificar a la elucubración intelectual". Y si no, que me lo expliquen.

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  6. Carlos: No entiendo por qué este debate es inconcluyente, o, quizás mejor dicho, no conozco ninguno que no lo sea. Otra cosa es que algunas discusiones sean más interesantes que otras, o que a cada uno de nosotros nos incline el carácter a poner nuestro interés o nuestra pasión más en unos que en otros. Yo, por mi parte, no creo que sea estéril la inmersión en la ontología, aunque sea, como dices, "inconcluyente"; a mí me parece que el problema de la apariencia y el arte es de crucial interés, así como el intento -seguramente siempre fustrado- de intentar alcanzar una idea de qué consistencia tiene el mundo y cómo nos hallamos en él como una apariencia más entre apariencias.

    Saludos

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  7. Por precisar (y disculpándome por la falta de precisión previa): No me refería al "tema" sino a la manera de enfocar el "debate". que me parece "retórica". Todos los temas son interesantes para mí, pero tiendo a rechazar las maneras supuestamente "genéricas" o "inocuas" o "acépticas" de abordarlos (son los términos que me vienen a la mano ahora y sin pretensión de rigurosidad). Eso es lo que consideré "antiguo" (prefilosófico incluso en cierto sentido), y de ahí mi calificación de "inconcluyente". Esto a su vez lo digo en el sentido más "inmediatista" o "práctico" del término, o sea, en tanto no nos suministra una orientación "en-el-mundo-hoy" sino que enfoca los "temas" "como si" el mundo tuviera una esencia inmóvil ("cavernosa", "conceptual", "verdadera", "detrás-de-una-apariencia"). Tal vez no deba usar el binomio "inconcluyente/concluyente" siendo que no comparto sino que combato las concepciones que creen en la posibilidad del acceso a "la verdad" ("esencial") que son las que usan esos términos en el sentido de "conlusiones absolutas", las cuales, sin duda, no son nunca alcanzables, como has has dicho y lo que apruebo desde mi propio enfoque.
    Un abrazo.

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  8. sepptembrini17/4/10, 1:25

    Pues estamos de acuerdo, pues de naturaleza hablaba yo, si mi naturaleza no me traiciona.

    Del resto de la discusión no puedo opinar, no intelegí que fuera el caso.

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  9. sepptembrini17/4/10, 1:46

    Hace frio en el andamio. Arte es que yo este a las 8 de la mañana jugándome la vida para producir un diente de oro (poiesis).

    Platón que es nuestro padre por cuestiones que no vienen al caso, no conocía el concepto de arte, ni falta que le hacia.

    Sin jugar con las palabras "pamí" que lo de Platón era un no estar por un algo, una historia política que no casaba con su idea de verdad. Otra idea que por esa época estaba en pañales tal como la trafagamos ahora.

    Me váis a perdonar pero os poneis de un no se que, que no se......

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