Página de filosofía y discusión sobre el pensamiento contemporáneo

sábado, 8 de diciembre de 2012

Carta abierta al ministro Wert.
Eduardo Abril Acero



“Existir como hombres, ser ahí como hombres, significa filosofar. El animal no puede filosofar, dios no necesita filosofar.
Martin Heidegger

Señor ministro:

Como seguro usted sabe, Europa nació casi al mismo tiempo que apareció en las orillas del Mediterráneo un nuevo modo de vivir y habitar el mundo: la filosofía. Esta recién estrenada forma de ser la inventaron hombres arriesgados y valientes que tenían como horizonte último la búsqueda de la virtud y la justicia para ellos y sus comunidades.

Hoy en día, al otro extremo del Mediterráneo, gracias a usted, se consuma el abandono de lo que nos vio nacer como cultura. El proyecto de ley que pretende regular los próximos años el sistema educativo español y que, por tanto, será una pieza clave para formar a los ciudadanos del futuro, olvida por completo este carácter arriesgado y valiente. Para nuestros estudiantes se perderá definitivamente la vida y el pensamiento de los hombres que, en el pasado, pusieron los cimientos de lo que hoy nos permite pensar y hablar como lo hacemos, como buenos europeos, libres e inteligentes, conscientes de nuestro pasado y entusiasmados por el futuro.

Este proyecto, que no nos puede parecer sino un ejercicio de enorme irresponsabilidad, nos encontrará en frente expresando nuestra más rotunda oposición.

Y sepa que estas palabras no se dictan desde el corporativismo; nosotros, los que un día nos interesamos por la filosofía, carecemos de conciencia de clase. Nunca tuvimos, ni siquiera en las épocas en las que la filosofía invadía cada rincón del viejo continente, el sentido real de ser una “comunidad”. Los filósofos, cuando lo fueron de veras, poseían las virtudes del eremita que, dando un paso atrás, se tomaba tiempo en la reflexión serena. Compartían todos ellos, eso sí, los mismos enemigos sin cara: la estupidez, la ignorancia, la vulgaridad, las dictaduras de la ideología. Por eso, esta no es solamente la reivindicación laboral de un colectivo, la de los profesores de filosofía. Este es el lamento y la queja que surge de la lectura de este proyecto irresponsable; nos avergüenza la posibilidad de ser quienes presenciemos la derrota del pensamiento en un sistema educativo que nació para darle la oportunidad a los ciudadanos de construirse a sí mismos a través de la reflexión y el conocimiento.

No comprendemos su motivación, señor ministro, cuando propone semejante despropósito. Oímos, tal vez como rumor, que no nos preocupemos, que no lleva tanta agua el río, sin embargo escuchamos bajar tumultuosa la corriente. Los profesores de filosofía llevamos años leyendo las entrelíneas de los textos, y “entreleemos” en este proyecto suyo un futuro desesperanzador, condenados a una ley educativa empeñada en producir ciudadanos para la docilidad y el trabajo callado, pero no para el pensamiento y la valentía. Y sospechamos, con un olfato acostumbrado a las verdades veladas, que bajo la letra de esta ley, hay un ánimo de cortar las alas de quienes puedan tenerlas.

La filosofía está viva en las aulas de los institutos, señor ministro, y esta ley acabará con esos espacios de libertad y pensamiento. Es ahí donde los alumnos, junto a sus profesores, aprenden verdaderamente qué significado tiene para nosotros, los europeos, la imposibilidad de ser felices en una ciudad injusta, tal como nos cuenta Platón, o el “Sapere Aude” de Kant, exhortándonos a ser más audaces e inteligentes, superando todos los prejuicios. Es ahí, en esa clase de filosofía que usted quiere amortizar, el lugar donde empezamos a adquirir este carácter tan nuestro, tan griego, tan europeo, nuestra humanidad consciente de su precariedad, su finitud y su poder.

Puede que otra existencia, la imaginada por usted, sea posible, una existencia que igual desea más arraigada en nuestra realidad española, como nos ha recordado últimamente. Pero no se equivoque, señor ministro, profundizar en nuestras raíces no consiste únicamente en apercibirnos de nuestro origen cristiano. Francisco Suárez, Giner de los Ríos, Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, Manuel García Morente, Xabier Zubiri, María Zambrano, todos ellos leyeron a Platón, y también todos ellos representan nuestra mejor tradición.

Rechazamos este proyecto y lo hacemos a viva voz, tratando de avergonzar a aquellos que alguna vez se plantearon vaciarnos, uniformarnos, igualarnos de cualquier manera... ahora, usted. Proclamamos la injusticia de impedir el acceso a la filosofía a miles de jóvenes que, en el futuro, no pelearán contra el más duro de los enemigos, pero también el más agradecido: el pensamiento. Nos entristece que, en adelante, nuestros “buenos ciudadanos”, tal vez ganen candidez e ingenuidad, pero serán, con toda seguridad, menos belicosos y contarán con un olfato aún más torpe para la injusticia y la vulgaridad; esto hará de ellos hombres dóciles, aptos para la manipulación. El resultado no será un país más cohesionado, ni más trabajador, ni más eficaz, ni más competente. Será un país más estúpido y más pobre.

La filosofía es una píldora contra la idiotez, una exigencia de audacia, y la mejor apuesta para la formación de hombres libres y valientes. Decida usted ahora a qué quiere llamar “un español” dentro de unos años, señor ministro.

9 comentarios:

  1. Muy acertado, Edu. Vienen tiempos difíciles, y hubiese sido casi paradójico que la filosofía no se encontrara "en medio de la tempestad" (para seguir con Heidegger).

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  2. Parecen ustedes unas plañideras. Resígnense, es preciso eliminar todo lo accesorio para centrase en lo fundamental, en las disciplinas que harán de nuestros jóvenes ciudadanos prósperos y exitosos el día de mañana. Y, a la vista de tan alto objetivo, la filosofía y, especialmente, la ética son rémoras de las que es preciso desembarazarse.

    Fdo: diputado Cervera y el expresidente de la patronal Díaz Ferrán.

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  3. Ahora en serio; a la vista de los argumentos que se esgrimen (ni siquiera: mas bien se presuponen) contra la Historia de la Filosofía y la Ética, no deberíamos ser demasiado pudorosos con el uso de la demagogia como arma de contraataque y, con la que está cayendo, el argumento de más calado entre la ciudadanía puede ser: quieren quitar la ética porque son unos chorizos.
    Menos ética para más chorizos.
    Saludos

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  4. Me he permitido la libertad de publicar esta carta en el blog filosofiaensecundaria.wordpress.com http://filosofiaensecundaria.wordpress.com/2012/12/11/feacios-carta-abierta-al-ministro-wert/
    Se trata de un blog en el que pretendo ir recopilando diversos artículos relacionados con la reivindicación de la filosofía en la educación secundaria. Si no desea que aparezca ahí hágamelo saber y lo retiraré. Gracias.

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    1. No hay problema, Felipe.

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    2. ¿Y esto?
      Materias OBLIGATORIAS de 1º de Bachillerato
      Lengua castellana y Literatura, y si la hubiera, lengua cooficial.
      FILOSOFÍA.

      Educación Física.
      Primera lengua extranjera.

      Materias OBLIGATORIAS de 2º Bachillerato.
      Lengua castellana y Literatura, y si la hubiera, lengua cooficial.
      HISTORIA DE LA FILOSOFÍA.
      Historia de España.
      Primera lengua extranjera.

      En el anteproyecto se lee que "obligatorias" quiere decir que todos los alumnos de bachillerato, sea cual sea la modalidad que elijan, deben cuersar esas asignaturas.

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    3. Lo anterior se lee en el artículo 34 del Anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Ley Wert).

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    4. Anónimo, ese era el borrador de Septiembre. En el más reciente, el de Diciembre, desaparece la Ética en 4º, la Filosofía de 1º de Bach puede ser de 2 horas y la Historia de la Filosofía de 2º pasa a ser optativa.
      Saludos

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