tag:blogger.com,1999:blog-6080744442308645964.post705958215125271271..comments2024-02-23T18:06:03.747+01:00Comments on Feacios: La política según Jacques Rancière. Óscar Sánchez VegaEduardo Abrilhttp://www.blogger.com/profile/02969468729195969594noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-6080744442308645964.post-5180735681340596642021-03-10T18:16:27.350+01:002021-03-10T18:16:27.350+01:00Hola Borja. Gracias por el comentario. Efectivamen...Hola Borja. Gracias por el comentario. Efectivamente hay similitudes entre la reflexión de Arendt y la de Rancière. Una es la que apuntas: la crítica a lo que Rancière llamaría “posdemocracia”. Hay más: ambos dirigen la mirada a la Atenas clásica en busca de respuestas y también, una similitud muy clara, la crítica a la Filosofía política. <br /><br />Preguntas primero si la revolución es el único modo de hacer política y resumes la propuesta de Arendt. Llama la atención en el ensayo de Rancière algunos vacíos que no creo que sean en absolutos casuales. Por ejemplo, si no me equivoco, no aparece ni una sola vez el término “revolución” en todo el texto, lo que, dada la propuesta del autor, no deja de ser llamativo. Entiendo que con ello busca distanciarse de lo que podríamos llamar “la cultura del 68”, pero no cabe duda que la propuesta de Rancière es, a pesar de todo “revolucionaria.” <br /><br />Resumes muy bien luego la propuesta de Arendt y preguntas por la de Rancière. La verdad es que en toda la obra el autor evita dar una respuesta clara a la pregunta que planteas (¿Qué ocurre cuando la revolución se acaba?). Pero si quieres te digo como lo veo yo. Yo creo que las similitudes entre la propuesta de Rancière y la de Arendt pueden impedirnos ver una diferencia radical, absolutamente nuclear: Arendt es republicana y Rancière, aunque no lo reconozca, populista. Por lo tanto las coincidencias se dan dentro de despliegues teóricos muy diferentes. La comunidad política para Arendt es una comunidad de iguales y en cambio la comunidad política para Rancière es un campo de batalla eterno: la parte de los sin parte contra la policía. Para todos los populistas es imposible contestar a la pregunta por el poder constituido porque, de entrada, han situado la esencia de la política en el polemos, en la lucha de clases o como se quiera llamar. Lo mismo cabe reprochar a Laclau y tantos otros.<br /><br />Este tema que apuntas, me interesa mucho. He intentando desarrollarlo con un poco más de detalle en una entrada anterior, la del poder constituyente. <br /><br />Un abrazo Borja.Óscar Sánchez Vegahttps://www.blogger.com/profile/06316945987968925939noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6080744442308645964.post-56285800671224498052021-03-10T12:51:42.260+01:002021-03-10T12:51:42.260+01:00Muy interesantes tu comentarios a la obra de Ranci...Muy interesantes tu comentarios a la obra de Ranciere, Óscar. No he leído ésta que aquí nos traes, pero su melodía me es familiar a través de la lectura de Arendt. Me parece que hay una gran semejanza entre sus posturas. Por sólo indicar una, me pararé en la última parte de tu texto. Esta concepción de la política como lo excepcional, como la irrupción imprevista, ha sido criticada en Hannah Arendt, dado que, también para ella parece que lo político sólo aparece realmente en las revoluciones, siendo históricamente sustituido por la administración y la gestión en el momento en el que las revoluciones aquietan sus aguas y se vierten en algún tipo de orden constituido. Creo que la dirección y el sentido general de esta concpción está más o menos clara, pero nos enfrenta a una desesperanza específica de lo político, dado que parece siempre desplazarlo a otro tiempo, da igual que sea el pasado o el futuro, despojando al presente de los rasgos y las exigencias de la acción política. La pregunta, dirigida a Arendt, a Ranciere, a ti, es: ¿El único modo de política es, entonces, la revolución? ¿No es este un pensamiento típicamente mediado por los ensueños del 68? ¿Qué ocurre cuando la revolución se acaba? Creo que la respuesta de Arendt iría en la dirección de una superación de la supuesta antítesis entre momentos constituyentes y constitución, es decir, en la afirmación de una institucionalización de la revolución (lo que parece un contrasentido); es decir: un aquietamiento de las convulsiones revolucionarias a las que dieran paso "instituciones revolucionarias" dotadas en el sentido fuerte de carácter institucional (otra paradoja). Arendt refiere, por ejemplo, la asamblea y la articulación de asambleas diferenciadas (consejos, soviets, etc). En este caso, es la representación política la que, efectivamente, cancela lo político, por lo que el modo de mantenerlo vigente no es otro que la intervención o la democracia directa. ¿Qué posición mantiene Ranciere?<br />BorjaBorja Lucenahttps://www.blogger.com/profile/07518076812577408012noreply@blogger.com