Página de filosofía y discusión sobre el pensamiento contemporáneo

lunes, 11 de mayo de 2009

Armas Gérmenes y Acero.
Santiago Redondo


Después de mucho retraso voy a realizar una valoración de uno de los libros de Ciencia Social que más polvareda han levantado en el panorama anglosajón, sobre todo en el ámbito evolucionista. Ha sido más contestado entre el gremio historiador, sobre todo por desdeñar aspectos intelectuales en la génesis y desarrollo de las civilizaciones (también por mala hostia pues Diamond es un intruso en el campo de la historiografía, procedente de la biología y la geografía evolucionista). A unas tesis eficaces en su sencillez y potentes en su capacidad explicativa une un estilo elegante y didáctico, aunque peca de repetitivo en detalles empíricos y superficial en la sustancia del debate, cuando no tendencioso o directamente elusivo. El libro fue premio Pulitzer de Historia, impactó en las Ciencias Sociales de matiz evolucionista y sobre todo, llegó al público en grandes tiradas y aprobación de lectores, lo que le ha dado notoriedad hasta como gestor de recursos humanos de multinacionales). Armas Gérmenes y Acero (en adelante AGA) matrimonia simplezas y tautologías evidentes con una idea poderosísima: poner de manifiesto la importancia de la ecología y la geografía en el devenir de las sociedades humanas. Reduce demasiado, sí, pero enfatiza el poder que tiene aislar una variable en un caso complejo (aunque lamentablemente, olvida su irremediable contraprestación de miopía).

No se le puede negar a AGA ambición explicativa: Nada menos que pretende dilucidar las razones por las que unas sociedades son ricas y otras pobres, por qué unos continentes dominaron a otros y "tenían en sus barcos más cargamento", como le pregunta al autor un indígena neoguineano. Armado conceptualmente con la biología evolutiva y las teorías meméticas (para qué más) intenta dar respuesta a la pregunta ingenua casi desde una actitud desprejuiciada, desde lo que él sabe (biología, ecología y geografía), de la forma más didáctica y contundente posible.En un tiempo en que nadie pretende resolver Grandes Preguntas se agradece la valentía e incluso la actitud modesta pero empírica. Después de tanto preámbulo suelto ya la tesis de Diamond: las diferencias económicas y de poder de las distintas sociedades mundiales no tiene tanto que ver con su civilización, creaciones culturales, moral social e individual, religión y educación (aunque el autor no las desdeña), como con aspectos ecológicos, biológicos y geográficos más tangibles y estudiables empíricamente, como las especies animales y vegetales domesticables de cada habitat, la presión demográfica sobre los recursos, la latitud como espacio climático y por ende económico, así como su carácter favorecedor de movimientos de población o de ideas (la parte más lograda del libro, creo yo), las barreras naturales o su ausencia.

Desde estos cimientos, derivará la civilización como una nueva organización de recursos que surge con la producción de alimentos y aprovisiona de abundancia , la cual permite la expansión cuantitativa de la especie y por tanto, de división del trabajo y complejidad social, lo que conduce a la especialización del conocimiento y del utillaje, (innovaciones económicas, políticas, morales, religiosas, tanto como cerámica, murallas, herramientas y sobre todo, armas.

Para acabar de rematar el cuadro, Diamond subraya la importancia de los gérmenes surgidos de la convivencia con los animales y del filtro evolutivo que acarrean. Cuando chocaron diversas civilizaciones con diferente exposición a los gérmenes los resultados fueron catastróficos para los que apenas pudieron domesticar (aztecas frente a españoles, pj).

Diamond subraya los apriorismos racistas de la historiagrafía clásica, desmontando cualquier malicia sobre la inteligencia de diversas razas y civilizaciones. Constata lo bien adaptados al medio que suelen estar las diferentes sociedades, así como la dificultad en la creación de innovaciones realmente decisivas; casi todas las sociedades han tomado de otras lo que han podido, poniendo de manifiesto la importancia de las migraciones, la viabilidad de rutas comerciales, las barreras físicas o la climatología.

Comienza su andadura en el transito del Mesolítico al Neolítico, cuando el hombre se hace productor de alimentos. Se centra en el aprendizaje del recolector sobre especies comestibles y su adecuación climática. En un marco ecológico en que se mezcla cambio climático, presión sobre los recursos y progresivo aumento de población merced a la recolección de plantas y animales, nos dibuja con precisión contundente ,aunque algo prolija, el proceso de domesticación de especies animales y vegetales de los diversos continentes y regiones. Así vemos como el método de ensayo y error permite al hombre neolítico domesticar las especies más adaptadas, seleccionando incluso los mejores especímenes. Lo ha probado todo , sin dejar nada visible con el objetivo de sobrevivir. Comprobamos que la agricultura surgió no por mayor inteligencia de los hombres del Creciente Fértil, o después en India y China (que cuando nos interesa a los occidentales son casi de la familia), sino porque era la zona ecológica donde abundaban las gramíneas. También hace un inventario de las especies animales susceptibles de domesticación, dejando claro que el caballo, cerdo, gallina y vaca, tan abundantes en Eurasia fueron casi desconocidos en otros continentes y sus variantes no eran domesticables por su ausencia de gregarismo o por los matices del mismo. Con esta laguna de proteínas, pieles, fuerza de trabajo y arma de asalto se explican muchas de las desventajas de las civilizaciones no euroasiaticas, ya sea en las posibilidades de desarrollo, ya en el choque con aquellas.Confieso que nunca había pensado en las cuestiones ecológicas de la domesticación y agradezco al autor que me abriera esa ventana.

Así cuando se producen alimentos, aumenta la demografía, la división del trabajo, la especialización del conocimiento, su transmisión, las mejoras técnicas y la organización del poder, justificándolo religiosamente y creando las condiciones de sociabilidad que favorecen la estabilidad. Estas sociedades van a partir con unos haberes enormes respecto a otras por esta ventaja primigenia. Otras sociedades menos afortunadas biológica,y ecológicamente solo pueden acercarse a las anteriores o bien con alguna innovación técnica endógena (escasísimas y dificultosas), o sobre todo, gracias a la transmisión de innovaciones exógenas( el método más habitual de progreso social). Para ello la latitud de un continente favorecerá esa transmisión de personas y rutas comerciales, además de compartir condiciones climáticas. Diamond se explaya en la disposición Este -Oeste de Eurasia, sus climas templados que favorecen la exportación de especies y la falta de barreras montañosas o marinas para las migraciones, las invasiones y la ordenación del territorio. Mientras por otro lado pone de manifiesto la disposición vertical de América y África, con su dominios climáticos tan acusados y que dificultan la transmisión de especies e incluso de la migración.

En su análisis ecológico-económico muestra como la escasez de recursos hídricos impedía a los mayas crear un gran estado centralizado o como el clima de nueva guinea obligaba a crear nichos ecológicos minúsculos entre montaña y costa que desembocaba en una presión por los recursos de extraordinaria violencia.

Para acabar con su tesis el autor se centra en los virus y bacterias, en su flecha silenciosa que mata de lejos. Buena parte de estos minúsculos asesinos vienen vinculados a especies animales con las que convivimos. También la producción de alimentos, al aumentar la población permite la mutación de gérmenes, así como la doble vía mutágena del humano al animal. Cuando chocan los gérmenes como en la conquista americana se produce el desastre.

En fin que Eurasia ha dominado el planeta porque comenzó antes en la producción de alimentos, lo que le permitió una economía más desarrollada y diversificada que le condujo a la especialización del conocimiento, a optimizar la organización del poder y a crear más y mejores armas. Gracias a la domesticación animal contó con fuerza de trabajo y de guerra, así como decisivos gérmenes que diezmarían lo que el acero no consiguiera. Para colmo su disposición geográfica favorecía la transmisión del conocimiento, el comercio, los grandes imperios y variedad de alimentos sin sufrir temidas enfermedades tropicales.No hacen falta más explicaciones.

No se les puede negar a las tesis fuerza explicativa, sencillez metodológica y conocimiento empírico. El problema viene cuando queremos saber algo más de estas sociedades evolucionando con los siglos. Aceptando la ventaja de inicio de Eurasia, no se explica como un conocimiento o técnica permanece o evoluciona, como aguanta una sociedad la presión del medio físico y social. Más aún hablar de Eurasia es casi una tautología, porque en ella se han dado un cúmulo de civilizaciones extraordinariamente complejas y diversas, con duraciones en el tiempo variables. Vamos que salvo la cuestión de origen es como no decir nada.También me parece discutible su énfasis en la cantidad de humanos gracias a la producción de alimentos y sus efectos en los gérmenes. Las llanuras de Mesoamérica, sin ganadería, tenían concentraciones de población similares a las europeas, hindúes o chinas. La potencia de los gérmenes viene dada más por el ganado que por la cantidad de población.Además hasta anteayer la población mundial fue sobre todo, rural.

Pero el mayor agujero lo vemos cuando Diamond pretende argumentar los diferentes niveles de civilización entre China y Europa en el siglo XV, poco antes del choque de mundos del Descubrimiento  de América. Si Europa toma la delantera es sólo porque está menos centralizada que China y dispone de más centros de poder. En fin que con chorradas como esta se nos hurta el corazón del debate, el libro se silencia con la llegada de la Modernidad, en fin con la cuestión capital del dominio europeo, sin que antes se nos haya dicho mucho de los siglos anteriores, sólo el inicio que lo marca todo. No se explica mucho como las innovaciones no funcionaron en el Africa negra, ni se examina con un mínimo rigor la influencia de las ideas y las religiones en la eficacia social. Nos deja en cambio un recordatorio de lo que nos hace animales y del desafío del medio

13 comentarios:

  1. Por fin Santi. Ya era hora. Estábamos esperando esta entrada.

    Yo, la verdad, no he leído el libro, sólo he visto los documentales y leído alguna reseña, y, a partir de esta sucinta información no tengo base para hacer una crítica medio seria, pero debo decir que, en principio me ha parecido un enfoque y una tesis muy interesante.

    Tú mismo lo admites al reconocer la ambición del planteamiento y la sencillez y fuerza explicativa de la tesis propuesta. Ahora bien que una teoría sea buena no quiere decir que deba explicarlo todo y, si me apuras, ni siquiera que logre explicar todo lo que se propone. En el ámbito de las ciencias sociales es pura metafísica una teoría que pretenda dar cuenta de la evolución histórica de las distintas sociedades. Simplemente no es posible construir un relato coherente que dé cuenta del devenir de todas las sociedades y culturas que en el mundo han existido (el fracaso del materialismo histórico debiera ser un aviso para navegantes)

    Los aciertos de la teoría de Diamond los has señalado muy honestamente, pese a que tu entrada pretende ser una reseña crítica, y , para mi son más que suficientes para ser un hito en la historiografía.

    Saludos

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  2. Santi, una pregunta sincera (no irónica): ¿Por qué es una chorrada decir que europa toma la delantera a china en el s XV porque dispone de más centros de poder?

    Mas saludos

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  3. Leo mi primer comentario y detecto un tono borde que no es en modo alguno intencionado.

    Empiezo de nuevo:

    Enhorabuena Santi, magnífica entrada...

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  4. Me uno a la enhorabuena de Óscar, yo también me congratulo de que escribas aquí algo de lo que te ronda la cabeza. Explicas certeramente lo que trata el libro, y además introduces apreciaciones críticas muy de agradecer. AUnque tu posición y la mía no sean concordantes, tengo que reconocer que tus posiciones nestán lejos del dogmatismo y que vale la pena debatir contigo.
    En cuanto al libro, que no he leído, me deja la sensación que todos los biologicistas me dejan: parece que sólo cuentan la mitad de la historia, como si un relato careciera de cosas fundamentales para su comprensión auténtica. Con esto quiero decir que parece ser que este señor nos cuenta la parte puramente animal, esto es, la del hombre en tanto es un bicho vinculado a comportamientos; sin embargo, creo que eso deja fuera un aspecto esencial confundir todo en el género sin tener en cuenta, en el lenguaje tradicional, la diferencia específica: el hombre no sólo se caracteriza por el comportamiento, sino que, sobre todo, es un ser que actúa. Acción y comportamineto no son sólo actividades distintas, sino en gran medida opuestas. En el comportamiento se da la recurrencia de los ciclos naturales, pero en la acción se manifiesta también lo novedoso que ´la ciencia del comportamiento animal no puede explicar. De ahí la vieja distinción entre los ciclos naturales y la historia, en la que constantemente irrumpe lo nuevo y escapa constantemente a la repetición (y por eso, para desesperación de quien pretende calcular y predecir la acción humana copmo si se tratara de mero comportamiento, escapa la historia a cualquier programa que uno quiera postular y los acontecimientos nos sobrepasan y sorprenden).
    Hannah Arendt, a quien estoy ahora leyendo, hgustaba de citar a S. Agustín: "para que hubiera un comienzo fue creado el hombre, antes del cual nadie había"

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  5. Borja, como tú, yo también me declaro admirador del talento y la obra de Hannah Arendnt.

    Pero algo se me escapa en tu comentario: ¿en qué sentido es relevante la distinción entre comportamiento y acción para responder a la pregunta que plantea Diamond?

    Recuerdo que la cuestión planteada es ¿Por qué unas sociedades son ricas y o tras pobres?

    A mi modo de ver solo hay tres posibles respuestas:
    Por azar
    Por la superioridad biológica o espiritual de los habitantes de las sociedades ricas
    Por “otras causas”

    Creo que la opción correcta es la tercera y la teoría de Diamond ofrece una respuesta satisfactoria a la naturaleza de esas “otras causas”.

    Saludos

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  6. Oscar, perdona que no te haya contestado antes, estaba de exámenes y montando muebles.
    Coincido contigo en que cuando una tesis aporta algo novedoso, aunque cumpla con las expectativas ya merece la pena, y la obra de Diamond pone de manifiesto la importancia de la adaptación al medio, que nunca es baladí.
    No te preocupes por el tono, que ya sabía que no iba en plan borde( aunque en verdad me lo merezco, por vago).
    En cuanto a lo del centralismo de China, digo que es una chorrada porque es una simplificación.Diamond lo dice sobre todo cuando se cuestiona por qué fue Europa y no China quien descubrió America y lo achaca a la decisón del emperador de no embarcarse en aventuras marítimas tras un desastre en Cipango.Los demás emperadores continuaron la tradición miebtras que Colón tuvo la opcion de Castilla después de que le rechazaran Francia Y Portugal, por lo que deduce que el menor centralismo fue la clave.
    Todo esto me parece una burda simplificación, porque en el ascenso de Europa hay una multiplicidad de factores que se van larvando desde hacía varios siglos y que tiene que ver con aspectos ideológicos, religiosos, económicos, sociales...Por ejemplo, el empirismo y la medición del mundo, el despertar de la ciencia y sobre todo el individualismo, la ocupación del espacio que obligaba a mejorar la productividad, la necesidad de especias y metales preciosos europeos, el desarrollo de la libre conciencia, el calvinismo.
    El centralismo puede ser una ventaja o un inconveniente. depende de lo que se haga con él.China ya había llegado a la perfección de su modelo, no podía ir más lejos pues todo le llevaba a un circulo.Sí que pienso que a Europa le vino bien compartir una cultura pero al mismo tiempo tener muchos polos políticos.Pero de hecho ele stado europeo surge por la guerra y a través de ella.
    Borja, gracias por tu comentario, estoy muy de acuerdo contigo, pero luego te contesto, que empieza la Copa

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  7. Borja, tienes toda la razón en tu crítica a los biologistas.Su obsesión por reducir al humano de su pedestal mengua sus interesantes aportaciones.Como dice Gomez Pin en "Entre lobos y autómatas" el hombre está transfigurado por el lenguaje lo que le permite crear posibilidades casi infinitas desde una herramienta cerrada.Y desde el reino de lo simbólico puede a veces concretar alguna posibilidad a nuestro mundo material que no estaba prevista en ningún comportamiento aprendido.Escribiré algo más de esto cuando reseñe los libros de Dennet y Dawkins sobre Dios( dentro de un año o así).
    No obstante, después de tanto artificio metafísico y tanta literatura sobre "civilizaciones cuasi orgánicas" no me parece mal un retorno al menos parcial, a nuestra base biológica y ecológica, que como dice Oscar, puede iluminar una cara oculta que a veces nos negamos a ver.Porque también nosotros seguimos la navaja de Darwin y vivimos en su duro mundo.
    Recomiendo a Cavalli Sforza un historiador y biológo excepcional, que concilia con gran rigor sus dos especialidades( rechaza la teoría de los memes, pero aplica a las sociedadaes humanas todo lo que sabe de genetica de campos y de comportamientos aprendidos.
    El mismo Diamond aprende de las críticas y en Colapso describe por qué varias sociedades cayeron cual castillo de naipes y otras que parecían abocadas a ello consiguieron burlar el desastre.Aquí el autor maneja muchas variables culturales además de la cuestión ambiental, pero nunca la pierde de vista.Si no vencemos al medio este condiciona nuestra forma de vivir; si lo vencemos demasiado morimos de éxito.Los ejemplos que pone de la isla de Pascua o los mayas como colapso ambiental provocado por luchas de prestigio o ofrendas religiosas( casi un meme de pavo real) resultan tan ilustrativos como la contaminación china que la puede hacer morir de éxito por sus deseconomías o el ejemplo del japón tOKUGAWA que gracias al centralismo consiguió salir del desastre ecológico al ser consciente del mismo.Las ciencias sociales evolucionistas tienen la saludable ventaja de no perder nunca el ras del suelo y tener siempre presentes los subproductos.
    A las tres posibilidades que dijo Oscar yo me decantaría por una mezcla de las tres.El azar es muy importante en las sociedades humanas, tan imprevisibles ellas en el yugo de la previsión.La superioridad biológica y cultural parecen más dificiles de aplicar, pero , según que condiciones ambientales se puede dar el caso de una superior adaptación biológica asegún que medios( como ejemplo, el choque de virus de la conquista de América).La superioridad cultural también funciona cuando ciertas ideas y usos sociales resultan más efectivas en el dominio del medio( no me meto en cuestiones morales).dEL AGRESTE SUELO griego ni del microaislamiento geográfico de sus polis se deduce nada tan grandioso como su milagro cultural.De hecho no han vuelto a ver nada semejante salvo Kavafis.Por ultimo las causas ambientales abren y cierran continuas posibilidades( el caso de España resulta paardigmático: su clima y perfil limitaron su agricultura o sus transportes pero una economía de servicios transforma estas dsventajas en motores de producción.Mezclando todos los factores podemos acercarnos a la historia total que postuló la escuela de Annales y que nunca descuidó la geografía, aunque quedó aplastada por la densidad de datos y la dificultad de engarzarlos

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  8. Santi, estoy de acuerdo con casi todo lo que planteas.

    Afirmas que la pregunta de Diamond puede responderse con una mezcla de las tres posibles respuestas que sugiero. Puede ser. Pero una posible respuesta que sugieres en realidad no es una “verdadera respuesta”. Dices que el éxito de algunas sociedades puede deberse a la “superioridad cultural” de las mismas, y pones el ejemplo de Grecia. Te respondo: sin duda. La pregunta ahora es la razón de esa “superioridad cultural” y de nuevo las respuestas se reducen tres:

    1. No hay razón, todo es fruto del azar.
    2. Ellos eran diferentes y “mejores” en algún sentido
    3. Algún factor exógeno (ambiental, geológico, ecológico etc) ha favorecido el éxito de tal sociedad.

    En todo caso estoy bastante de acuerdo contigo en que influyen los tres factores, o mejor dicho el primero y el tercero, siendo el segundo un efecto derivado de 1 y 3.

    Saludos

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  9. A ver Oscar, no se puede decir que la escasa fertilidad del suelo griego fuera a fomentar la colonización y el comercio.Tampoco nada de eso implicaba un sistema político asambleario.Los griegos fueron desarrollando un sistema cultural( en el sentido fuerte del termino) que no es que se adaptara muy bien a sus condiciones ecologicas( no era necesario, iba bastante más allá) sino que produjo tanta innovación cultural con aplicaciones a la vida practica que ha sido herencia durante 2500 años.En terminos evolutivos y adaptativos la cultura griega ha sido "superior" porque ha permitido el desarrollo de la especie

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  10. Pues no sé, Santi… yo sí pienso que la escasa fertilidad del suelo griego favorece la colonización y el comercio. Por lo que tengo entendido durante los siglos XIX y VIII hubo importantes hambrunas en la península que empujan a los griegos allende los mares. También creo que un régimen asambleario precisa de una economía abierta basada en el comercio.

    Pero en cualquier caso no defiendo, y creo que Diamond tampoco (pero no estoy seguro), ningún tipo de reduccionismo naturalista: es evidente que las condiciones ambientales no pueden dar cuenta de la belleza de los hexámetros de Homero. La cuestión es otra. Tú mismo concedes en tu entrada que las tesis de Diamond son clarificadoras para determinar “la cuestión del origen”. Eso es lo que intentaba destacar.

    Es obvio que la evolución cultural tiene sus ritmos y claves ininteligibles desde la perspectiva naturalista, pero también lo es que somos unos animales y como tales estamos sometidos a condiciones ecológicas que resultaron determinantes, en primer lugar para la evolución de la especie, y en segundo lugar, como destaca Diamond, para la emergencia de complejos culturales poderosos que dieron una ventaja adaptativa crucial a algunas sociedades (pero no a otras que partían de condiciones iniciales muy diferentes)

    Saludos

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  11. Muy interesante, todo. No importa si se da en la diana, que ya nos gustaría (y es en sí una pretensión absurda), pero sí que se apunten hechos decisivos en la marcha de la historia que permitan ver al hombre como un ser más de lo complejo, respondiendo a lo que hallaba delante, al principio con muy pocas herramientas transformadoras y obligado en mayor medida a adpaptarse a la vez que avanzando en su vocación adaptadora, etc. En fin, gracias por los datos, el libro me vendrá de perlas... ¡A rumiarlo pues!
    Un saludo.

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  12. Pido disculpas por mi prolongada ausencia; comprended que ahora tengo las narices metidas en los libros de psicología y tengo poco tiempo.

    Ante todo enviar dos felicitaciones a Santi. La primera por el artículo, que ya iba siendo hora, y la segunda y seguramente mucho más importante para él, por el Barça... dichoso Barça
    Y después de esto al tajo, que tengo alguna cosa que decir:
    Tener en cuenta la ecología no es que me parezca importante, es que me parece inevitable. Pero no porque la ecología muestre con más viveza la realidad, sino porque desde Darwin ya no cabe la posibilidad de hablar al margen de sus categorías. Darwin no respresenta una teoría más acerca del origen y la naturaleza del ser humano, representa el marco dentro del cual estamos ahora y, por tanto, da igual que sea historia, filosofía o política, no cabe ignorarle. No quiero abrir con esto un debate acerca de la veracidad de la teoría darwinista o de la ecología, esas cuestiones no me parecen interesantes, sólo quiero señalar que deconstrucciones de la historia como la que hace Diamond o algún otro autor al que se refiere Santi, es "a-lo-que-estamos-ahora" (qué flipada Heideggeriana eh?). Con esto no quiero tampoco decir que la ecología o la biología pueda cerrar de alguna manera las cuestiones: en absoluto.
    Y esto conecta con la pregunta que hace Oscar: ¿qué es lo que justifica la superioridad de unas culturas sobre otras? Diamond trae aqui una interpretación y Oscar apela a cuestiones como el azar. Bueno, yo en esto creo que voy a volver a ser heideggeriano al señalar que la misma pregunta es ya, de por sí, una "pregunta trampa". El hecho mismo de preguntarse algo parecido implica una precomprensión del lenguaje, de los significados de las palabras y, por supuesto, una respuesta. Todos entendemos que hacer esta pregunta está preguntando por Europa y que, por tanto, esta es una pregunta europea. Expresiones como "superioridad cultural", convendreis conmigo, que no tienen una significación fácil. De hecho podríamos abrir un debate alrededor de esta expresión sin que llegásemos a ningún acuerdo y, pese a todo, la incluimos en el discurso, cayendo en la trampa.
    Yo reformularía las tres posibilidades que nos da Santi para contestar la cuestión (tramposa), una formulación destinada a reflexionar sobre la pregunta.

    ¿Qué explica la superioridad cultural?
    1. Hay razones que la explican pero el número de condicionantes que hay que tener en cuenta son tan elevados que resulta del todo imposible dar cuenta de todos ellos construyendo un relato que termine con la cuestión. Si se es consciente de esto:
    - Caben infinidad de relatos segun variemos el foco de lo tomado en cuenta, con lo cual lo importante es disponer de muchos de estos relatos, estando advertido de que todos ellos son fragmentarios
    - Puesto que cada redescripción atiende al marco elegido para construir el relato, marco que determina qué merece la pena tener en cuenta (los hechos) y qué merece la pena oscurecer (los no hechos y las contingencias), habría que considerar siempre la intencionalidad del discurso e incluir en el análisis tanto a la sociología como la psicología; esto implica hacer dos preguntas: ¿que intencionalidad hay detras del discurso? ¿qué función social tiene este discurso?

    2. No hay razones que la explican puesto que la historia (la natural y la no natural) no es más que un cúmulo de contingencias. En este caso la pregunta por el discurso se hace, si cabe más evidente.

    En cierta forma vengo a ratificar lo que señala Carlos Suchowolski en su último comentario: no importa "No importa si se da en la diana, que ya nos gustaría (y es en sí una pretensión absurda), pero sí que se apunten hechos decisivos en la marcha de la historia que permitan ver al hombre como un ser más de lo complejo". Me parece interesante que introduzca un elemento en este debate: la complejidad. Lafísica o la biología se han topado con esta palabreja ya hace unos años, y resulta importante que también lo haga la historia o la filosofía. La complejidad implica la imposibilidad de acercarse a la esencia dado que, cuando creemos que estamos cerca de las claves vemos que al desenmarañarlas éstas estaban construidas de marañas. En el fondo, un buen historiados como tu, Santi, siempre ha dado prueba de estas cosas: cuanto más profundamente haces el análisis yas caes en la cuenta de que te dejas flecos sin atar, precísamente porque, de cerca, lo que parecía una maroma firme es un deshilachado haz de cuerdecillas dispersas. Es justo lo que ocurre cuando miras de cerca un fractal (qué pesados los filósofos con los fractales eh?).

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  13. Gracias Eduardo por tus palabras y por tu felicitación futbolera.
    En todo este asunto de la biología aplicada a las ciencias sociales yo veo, como Borja, que se subvalora el tremendo poder de la cultura, una singularidad de tal calibre que dinamita en parte( sólo en parte, porque es imposible escapar del imperativo categórico darwiniano) el enfoque evolucionista aplicado a los humanos.Tanto que Dawkins tuvo que inventarse la teoría de los memes para que le cuadrara.Pero la capcidad de inventar posibilidades y acumular conocimiento, interelacionarlo, propiciar socializaciones emergentes, en fin todo esto aumenta el grado de complejidad de cualquier etología.Yo que veo al hombre como ha dicho Carlos, un ser dentro de lo complejo, me fastidian los reducionismos, sobre todo cuando se quiere explicar procesos complejos, sin importar que aprecie la luz que a vces puede dar reducir un problema complejo a una parte más sencilla y estudiable, pero siempre se ha de saber que se anda cojo.
    Estoy de acuerdo en la pertinencia de reflexionar sobre la pregunta de la superioridad cultural.Más aún, te diré que casi siempre ha ido asociada a discursos imperialistas.Pero ene ste libro se parte de una pregunta de un nativo y lo hace por cuestiones practicas y de sentido común¿ por qué los blancos tienen más bienes materiales?, algo concreto y relativamente mensurable.Y achacar esto sólo a la cuestión del origen de la economía productiva me parece exagerado y poco iluminador.Más interesante me parece que se subraye lo bien que se adaptan todas las culturas a su medio y la importancia de la transmisión de conocimientos,o la influencia del medio físico, como condiciona y favorece actividades humanas, pero no se puede obviar como determinadas tecnicas y asignaciones de recursos vencieron los condicionantes ambientales con un éxito a veces, meridiano.Más aún no se explica cómo alguien innova de forma grandiosa y esa innovación se aplica a la vida practica.
    Si hablamos en terminos darwinianos será superior la civilización humana que crezca en número, calidad de individuos, edad, estabilidad y autonomía

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