“Que ninguno por ser joven vacile en filosofar, ni por llegar a la vejez se canse de filosofar. Pues no hay nadie demasiado prematuro ni demasiado retrasado en lo que concierna a la salud del alma. El que dice que el tiempo de filosofar no le ha llegado o le ha pasado ya, es semejante al que dice que todavía no ha llegado o ya ha pasado el tiempo para la felicidad. Así que deben filosofar tanto el joven como el viejo; esta para que, en su vejez, rejuvenezca en los bienes por la alegría de lo vivido; aquél para que sea joven y viejo al mismo tiempo por su intrepidez frente al futuro. Es, pues, preciso que nos ejercitemos en aquello que produce la felicidad, si es cierto que, cuando la poseemos, lo tenemos todo y, cuando nos falta, lo hacemos todo por tenerla.” Epicuro de Samos. Carta a Meneceo.
A día de hoy, la futura ley de
educación, la LOMCE, prevé la desaparición de la Ética y la
Historia de la Filosofía como asignaturas obligatorias en 4º de la
ESO y 2º de Bachillerato respectivamente. La Ética pasa a ser una
alternativa a la Religión y la Historia de la Filosofía una
asignatura optativa en 2º de Bach. El panorama no puede ser más
desolador.
¿Por qué la Ética como alternativa a
la Religión en la ESO? ¿Acaso los creyentes no tienen la
necesidad de una formación ética? ¿Consideran a la Ética como una
especie de adoctrinamiento laico alternativo a la Religión? ¿Es
necesario amenazar a los estudiantes con alguna materia evaluable
para que cursen Religión? (Si hay que elegir entre la
desaparición de la asignatura o el nuevo rol que reserva la LOMCE
para la Ética como alternativa a la Religión… casi prefiero la
primera opción.)
¿Por qué la Historia de la Filosofía
como optativa en el Bachillerato? ¿Porque no es necesaria para
formar trabajadores dúctiles y disciplinados? ¿Porque el
conocimiento de Platón, Aristóteles, Descartes o Marx es superfluo
y hasta pernicioso? ¿Porque el pensamiento es un lujo innecesario?
Entiendo que el problema es
suficientemente grave para merecer una consideración por parte de
todos: profesores, padres y madres y, especialmente, estudiantes. El
asunto puede enfocarse desde distintas perspectivas, pero quiero
aprovechar las palabras de Epicuro que encabezan este escrito para
poner el acento en una cuestión que considero fundamental: aquellos
estudiantes que opten por no continuar su formación académica
cursando bachillerato no habrán tenido la oportunidad de acercarse,
en modo alguno, a la filosofía, a la reflexión filosófica, de la
cual la ética es una parte fundamental; y el resto, los futuros
universitarios, los estudiantes de bachillerato que, en su mayor
parte no cursarán una Historia de la Filosofía (que debería
competir en un año muy duro con otras alternativas más ”light”),
tendrán, en el mejor de los casos, una muy superficial
preparación filosófica. ¿Acaso estaba completamente errado
Epicuro cuando vinculaba de un modo tan directo, claro y poético la
filosofía, o mas bien el “filosofar”, con la felicidad? Nuestros
dirigentes políticos deben pensar que estaba completamente
equivocado pues de lo contrario no obstaculizarían el acceso al que
Aristóteles tenía por el fin último de la vida humana a la mayor
parte de los jóvenes españoles.