Esta mañana he dado un corto paseo por El Mirón. He visto los primeros brotes de los castaños desperezarse tímidamente, y también el leve vapor verde que envuelve ya a los álamos del río. He visto a un buitre trazar amplios círculos sobre el monte de las Ánimas, como dibujando la figura visible del Eterno Retorno. El Duero chisporroteaba bajo el sol de marzo, como si incontables peces resplandecieran un instante y volvieran enseguida a ser cubiertos por el olvido y la oscuridad. Un magnífico día para convocar el peligro del nietzscheano "el hombre es el único animal capaz de hacer promesas". Hoy es el día de mi boda.
No sabía nada. Enhorabuena.
ResponderEliminarBienvenido al club.
Las promesas siempre son peligrosas ya que a veces no se está a la altura de ellas. Tal vez por eso estabas tan nervioso...
ResponderEliminarDe entre todas las ideas de Nietzsche esta es sin duda de las mejores. Seguramente porque no reduce al hombre a ser el representante de un papel intercambiable; el sábado, en el ayuntamiento, no valía cualquiera, solo Estefanía podía sentarse junto a ti.
Y seguramente también porque cuando se hace una promesa uno se sienta en el peor tribunal, la "exigencia máxima", "estar a la altura de uno mismo".
Uno es tanto como lo que sea capaz de prometer; y sólo hay dos promesas a cumplir: una es por amor y la otra por amistad.
Todo un Placer Borja.
Enhorabuena Borja.Y magnífica tu cita.A mi me quedan dos telediarios.
ResponderEliminarEdu, también hay promesas que se hace uno mismo por convicción ética, que además nos obliga a inventar un discurso que se pueda compartir y que nos empuja a la universalidad.la capacidad de una promesa universal resulta la más hermosa de las perspectivas humanas
Independientemente de citas. Enhorabuena al querido amigo. Aprovechad la oportunidad que os brindais y disfrutad el amor.
ResponderEliminarSep...
ResponderEliminarEstuvimos hablando Lucena y yo de lo buen tipo que eres en algunas ocasiones luminosas. Lo pasé bien el otro día contigo y con Laura, amigo.
PD. No te confíes con estas aladas palabras, pienso seguir dándote cera a ti y a la "listilla" de tu novia cuando proceda. Un abrazo a los dos.
nterré al abuelo Pepe.
ResponderEliminarQuien fue, siguió siendo y será siempre padre de mamá Margarita.
Mi mayor emoción no vino de la constancia de la pérdida del abuelo Pepe, no importa lo que le quisiera, lo que quiera a sus vivos….. Tenía 92 años y lo veo como una cosa absolutamente natural, reconocible en todas sus etapas, en toda mi vida, tocaba, muere el abuelo. El querido abuelo.
Mi abuelo compartió los últimos 23, 24, no se exactamente, con un ser excepcional, Paco.
Paco tiene más o menos la edad de mi añorada y constantemente presente Madre.
Nietos, yernos, hijos del abuelo Pepe sentimos su pérdida, nos duele tranquilamente, por lo menos a mi que no sufro por su pérdida, no puedo hablar por sus hijos-as, sus nietos-as, yernos-as ni por la abuela Julia, ni su hija Margarita que exploraron la muerte antes que nosotros.. Para mi se cierra una etapa. Mi abuelo vivo, y abre ciento, la vida y más compañía al recuerdo de los que siempre están.
Mi abuelo se ha ido rodeado de todos los suyos que le querían y a los que quiso. Mi abuelo se ha ido con una envidiable e incómoda lucidez.
Afortunadamente antes de la última palada, alguien, un honrado palista se acercó a mi tio y le dió a firmar un papel. Lo encuentro estupendo, nos recuerda a los demás que seguimos vivos.
Uno de ellos, un palista, de cara embotada y negro y perenne pelo rizado daba cobijo a la mocarrera en un pañuelo blanco, trabajaba constipado. Mi homenaje a esta gente desagradable para los dolientes acompañantes pero necesarios y profesionales. En mi pensar en otra cosa se me apareció como un personaje de un cuento entrañable.
El protagonista era un palista de fosa que se emocionaba en todos los entierros y lloraba empatizando con la muerte y sus deudos. Pensé, mientras la tierra cubría al abuelo Pepe en que era un personaje muy del realismo mágico. Aunque yo estoy seguro de que este hombre existe.
Todo parecía acabar, todos los entierros son iguales, ya lo sabeis.
Paco se acerco al nicho sin cubrir del abuelo Pepe, arranco una rosa roja de una corona, la beso y la arrojo a la caja cubierta de arena del abuelo Pepe. Su brazo izquierdo repitió el gesto, la lágrima era la misma, la rosa no, la corona si, era blanca, el sentido del beso el mismo y el trayecto de la rosa prefiguraba el beso del abuelo a su amigo del alma y por extensión a su vida y a su muerte.
Me llamaron la atención las lágrimas de los sobrinos de Paco, lloraban por el abuelo Pepe, todos-as bailaron con el, y lloraban por la soledad del tio Paco que enterraba al amigo.
Me giré, mi hermano estaba a mi derecha, sus ojos estaban húmedos, como los mios, llorábamos por la amistad de Paco y su pérdida irreparable.
GRACIAS PACO. Y Gracias a tu familia representada en esos sobrinos jóvenes y a los que como a ti admiro.
Gracias también a mi maravillosa familia.
Coda: Los momentos de lucidez que invocabais son producto de lo que quiero aprender de Paco y que vosotros como amigos fomentais, la amistad-
Un beso muy fuerte a Laura.
Hoy enterré al abuelo Pepe.
ResponderEliminarVaya Alfredo... lo siento mucho.
ResponderEliminarPD. Me permitirás que suba esta entrada a la página principal