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martes, 18 de diciembre de 2007

La confusión como sistema

Últimamente, quizás por la insistencia con la que hemos discutido sobre ello en estas páginas, intento pensar el sentido de la común distinción "izquierda" y "derecha". Procuro alcanzar un contenido que, una vez tras otra, se me escapa; su utilidad, por otro lado, también me parece definitivamente confusa y me lleva a pensar que su meta no es aclarar, sino emborronar la realidad y permitir que todos los gatos sean pardos. ¿Qué sentido tiene mantener algo que obstaculiza obsesivamente la comprensión de una realidad -la política- siempre más compleja y plástica de lo que una dicotomía maniquea es capaz de aprehender? A vueltas con estos viejos pensamientos, el domingo pasado tropecé con un artículo franco y rebelador, un texto en el que se muestra con claridad y sencillez la utilidad de esa distinción que tanto tiempo nos ocupa. A cuenta del dogma del cambio climático, Manuel Vicent desarrollaba en la última página de El País una basta ofensiva contra la humanidad; raza maldita, exterminadora, amante de la destrucción y del CO2; raza herética que reúne en torno a sí el mal absoluto; bestia feroz que dedica todos sus esfuerzos a aniquilar al planeta que -sin saber qué hacía- lo acogió amorosamente, como una madre despreciada. Rousseau sonreía otra vez desde las entrañas de la tierra y ésta, me temo, permaneció indiferente ante los consabidos discursos que fluyen de la culpabilidad y la mala conciencia....... En realidad, el tono del artículo no sobrepasa el nivel de los llantos impostados por alumnos de 4º de la ESO que quieren hacer ver a su profesor que han comprendido que tienen que ser solidarios, justos y ecologistas. No, no es eso lo interesante. Lo interesante y revelador es la conclusión apabullante con que el articulista cierra su breve algarada:

La naturaleza y la humanidad ocupan dos frentes ideológicos irreconciliables. La naturaleza es de izquierdas. La humanidad es de extrema derecha. Ser progresista consiste hoy en ponerse de parte del planeta en esta guerra a muerte.

En esta conclusión se cifra el valor y la utilidad de las consabidas etiquetas "izquierda" y "derecha": si algo se quiere hacer pasar por malo se le asigna al campo terrorífico de "la derecha"; lo santo, al contrario, lo bueno e inmaculado, pertenece siempre a "la izquierda". Da igual de lo que se hable, porque siempre se encuentra a mano la dicotomía para dejar claro cuál es el bando de los buenos.

Visto lo visto, una terminología tan beata como embaucadora domina hoy los discursos. Un instrumental obsoleto mantiene en la penumbra una dimensión primordial de la vida humana. Pretenden convencer de que su lenguaje se refiere a la realidad política, pero no utilizan más que apreciaciones morales tan simples como los lobos y cocos que asustan a los niños a la hora de dormir. Como cuando el franquismo reacuñó la noción de rojo para referirse al Mal, hoy sus inconfesados epígonos cruzan los dedos ante "la derecha". Unos y otros, aparentemente tan separados, se hermanan en el lenguaje, en la tosquedad intelectual, en los modos garrulos. Y en la suprema y bendita intolerancia hacia lo que no comprenden.


http://www.elpais.com/articulo/ultima/Gran/guerra/elpepiult/20071216elpepiult_1/Tes

27 comentarios:

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  3. Aparte de la vieja táctica de mostrar “la Bicha”, para paralizar la critica y buscar apoyos en la “afición”, creo que ya es hora Borja, que “despabilemos” -todos nosotros- de una vez; la izquierda no es un “instrumental obsoleto”, la izquierda existe. “Nuestra izquierda”, la izquierda que hemos reconocido como tal, y con la que alguna vez nos hemos sentido más o menos identificados en algún momento de nuestra vida -de orígenes europeos, marxistas- ha fracasado estrepitosamente en la Historia, pero otra, irreconocible para nosotros; una izquierda post-marxista, profundamente imbuida de tics (aunque parezca increíble en gente tan anti-americana) norteamericanos (“minoritarismos”,por ejemplo) pero con la misma voluntad de “construir” una sociedad post-liberal a los lomos de la omnipresente idea de progreso... no es que esté triunfando, es que está arrasando.

    Creo que, en este sentido, hemos de entender la -en apariencia sorprendente- evolución en la izquierda de la idea de naturaleza que señalar en el artículo. Antes la impostura era la de subrayar la existencia de un supuesto “hombre natural” alienado por la civilización corruptora. Ahora, directamente es la “santa naturaleza” -siguiendo a cierto ecologismo- la alienada por el ser humano. Esto es, parece que en ese ir “más allá” típico en la izquierda, se quiere ir ahora “más allá” del personaje que siempre había considerado padre de la izquierda: Rousseau

    Me parece que podríamos empezar un interesante debate.

    Un saludo a todos

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  4. Claro que sí, Ricky. Yo también creo en la existencia de esa izquierda que tú planteas, pero -cokmo bien dices- es una izquierda desvinculada de todo contenido reconocible o determinable como positivo; esta izquierda se define en función del poder, el prestigio y la hegemonía, no con respecto a propuestas políticas positivas; es cierto también que se reúne en torno a esos "tics": por ejemplo, el "pack" de "anti-" que muestran al mundo para señalar su condición. No hay casi líneas defifnitorias positivas, sino un conj8unto de negaciones que dibujan un lugar difuso y borroso (como bien dices, hay que ser anti-americano, anti-liberal, ahora anti-cambio climático...). Un movimiento de aspecto tan negativo sólo puede parar, en su negación desaforada de lo exuistente, en aquello en lo que paran todos estos nihilismos: la exaltación de la arbitrariedad y la tiranía. De ahí su fobia al liberalismo. Saludos

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  5. Buenas tardes.
    Si me lo permitís, voy a entrar en vuestra interesante conversación a puntando dos cosas, que corren el riesgo de parecer contradicotrias, pero que procuraré que no lo sean:
    1. Estoy completamente de acuerdo en que los conceptos izquierda/derecha están revenidos y no representan la realidad política de nuestra época. Tengo la sospecha de que en España (quizá por aquello de las dos españas, no lo sé) todavía nos apoyamos más que en otros países de nuestro entorno sobre esa dualidad acartonada, y por eso es tan buena noticia el surgimiento reciente de partidos que aspiran a ser transversales, como Ciutadans o UPD.
    2. No obstante, creo que son las palabras las que construyen la realidad y que, por tanto, si hablamos continuamente de izquierda/derecha, provocamos que esas realidades existan de verdad. Otra cosa es que esas realidades tengan un contenido por el mero hecho de ser nombradas; probablemente no, y creo que ese es el hecho que denunciáis (muy justamente): la vacuidad de la izquierda llamada tal.
    Y a pesar de todo ello, yo sí que pienso que pueda hablarse de una izquierda en positivo. Probablemente sea una izquierda centrada en las actitudes, pero que no renuncia a unos contenidos políticos, tales como la apuesta por la creación de oportunidades, el rechazo de los privilegios colectivos (tanto de clase como de territorio), la extensión del Estado de Derecho a las capas sociales marginadas de él, o la trasparencia informativa en contra de una política de los fines sobre los medios.
    Salut

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  6. Estoy de acuerdo con Zápiro. Tambien creo que se puede hablar de una izquierda en positivo, es más, creo que es absolutamente necesario hablar de la izquierda e esos términos. Borja tiene razón al decir que la izquierda postmarxista se define precisamente por su negatividad y retorna a Rousseau por encontrarse huérfana de pilares; Pero esta vuelta al padre no es del todo reprochable, ya que es absolutamente necesario un pensamiento que ejerza de contrapeso al liberalismo. Es verdad que la frase de Manuel Vicent que Borja nos trae puede parecer pueril y, dada la cercanía de las elecciones, sólo sea una llamada a filas, pero, en cierta forma no deja de tener cierta razón, aunque esté escrito desde ese hipismo roussoniano. Manuel Vicent cuando dice que la “humanidad es de ultraderecha” se está refiriendo a ciertas prácticas de los humanos, a saber, las del desarrollo liberal, que antepone el progreso y el crecimiento económico a cualquier otra consideración. El liberalismo tiene muchas virtudes, si, pero si no vemos que, pese a todas, también nos pone frente a peligros máximos, entonces nuestra ceguera es tan estúpida como la idiotez roussoniana. La sociedad capitalista se sostiene sobre una máxima, la de que el progreso económico proviene de la liberalización de las prácticas económicas, lo que, hasta cierto punto es verdad. Pero llevado al extremo el progreso económico corre el riesgo con arruinar nuestro bienestar en el planeta (dicho sea de antemano que yo me creo el cambio climático y no me lo creo por uan cuestión política, sino porque los estudios más serios así lo indican. Y es posible que se equivoquen, pero “fíate tu de la virgen y no corras”). Dicho esto, considero absolutamente necesario un contrapeso al pensamiento liberal, es decir, una izquierda seria y responsable que sea capaz de establecer una .
    La izquierda que Borja critica, de momento, es el único contrapeso dado que el liberalismo no sirve para ponerse sus propios límites, esto sería como pedirle al pirómano que organice los retenes. Y tiene razón al cifrar los argumentos como pueriles al remitirnos al la benignidad de la naturaleza y al buen salvaje de Rousseau; pero es que el filósofo ginebrino categoriza la realidad en esos términos y, pensar desde este mundo de ideas es dibujar el mapa de una realidad donde las fuerzas del bien, del lado de la naturaleza, luchan contra el malvado ogro de la civilización. A mí no me gusta este léxico y, lo cierto es que desprecio, por ridículo, este ecologismo vegano que trata de hacernos “uno con la naturaleza”. Pero no estoy de acuerdo contigo en considerar que esto, por sí solo, justifique el abandono de la categorización izquierda-derecha, o lo que es lo mismo, el abandono de la izquierda. Creo que es posible un pensamiento que, desde otras fuentes, sirva de contrapeso al liberalismo, muchas veces destructor. La vía marxista quedó agotada y, de todas formas, no serviría en esta batalla; China, un país aún marxista, construirá en los próximos años más de mil centrales térmicas que contribuirán terriblemente al calentamiento global. Y no cabe esperar que los grandes monstruos del desarrollo neoliberal den un paso atrás: Estados Unidos sigue sin aceptar el protocolo de Kyoto y Europa lo acepta pero no lo cumple.
    ¿Entonces qué hacemos?
    Pues tal vez sean necesarios este tipo de proclamas que exaltan los sentimientos y crean ciertos estilos. Me refiero a esto que, desde la ironía ridiculizas: el buen profesor de ética que, en su estrado, trata de convencer a sus alumnos de que “tienen que ser solidarios, justos y ecologistas”; y es que, Borja, creo que no está de más que existan ecologistas, sindicalistas y otras especies de exaltados. Un mundo en el que no fuera necesario el ecologismo sería un mundo mejor que el nuestro, si, pero no es el caso. Y es posible que las razones por las que algunos tipos se convierten en ecologistas furibundos sean del todo ridículas pero seguramente si no hubiera tipos así sitios como “Cabo de Gata” haría tiempo que hubiesen desaparecido.
    Y si, la izquierda es pura negatividad, pero es esta negatividad precisamente lo que hace de ella algo del todo necesario. Grandes inventos sin los que no me gustaría vivir, como es la “seguridad social” o la “educación pública”, nacen precisamente de esta negatividad.
    Por eso precisamente es absolutamente necesaria una izquierda, hoy más que nunca. Un modelo de pensamiento que proponga un platónico mundo de las ideas distinto al del liberalismo. Rousseau apesta si, y Marx es un cadáver (salvo para Chávez), pero hay más caminos en los campos de Dios.
    PD. Otra cosa bien distinta, lo que nos puede llevar al equívoco, es el uso partidista y mezquino que hacen partidos políticos como el PSOE de algunas ideas que, como digo, son absolutamente necesarias. No se puede hacer como Zapatero, erigirse en adalid de la defensa planetaria contra el cambio climático, cuando desde su gobierno no se han planteado reformas reales que luchen en esa línea. De hecho, en los tres años del gobierno zapatista nos hemos alejado a marchas forzadas de los objetivos que nos marca Europa en esta batalla. Se le ve demasiado el plumero al PSOE cuando hace esto y más en época de elecciones. Pero, por ejemplo, estoy completamente de acuerdo con Lula cuando nos dice a los países del primer mundo que, queramos o no, vamos a tener que pagar por el oxígeno que produce el amazonas, si es que pretendemos que Brasil no se desarrolle a su costa.
    ¿De veras queremos prescindir de la izquierda? Me da miedo un mundo sin ella…será porque tengo hijas.

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  7. En lo sustantivo coincido contigo, Zápiro; creo, sin embargo, que a menudo nos dejamos confundir por la terminología y terminamos por reemplazar la izquierda que es por la izquierda tal y como pensamos que debería ser. Es curioso que las notas incluídas en tu concepto positivo de "izquierda" lleven a la paradoja de comprobar que el partido existente que más se adecúa a tal caracterización sea el PP. Yo apostatría por una redefinición de la política, dado que las categorías actuales desorientan más que aclarar lo que psucede. Inventar una política novedosa, que se libere de esas servidumbres escolásticas.
    Es verdad que es posible definir hoy en día el concepto de izquierda existente, pero es más como función con respecto al poder y el interés que como significado político reconocible entre otros significados; ser de izquierdas puede ser una cosa y la contraria, y así no hay quien se aclare: ser feminista aquí y promocionar el islamismo allí, ser capitalista y proferir discursos de tipò contrario, defender la igualdad por un lado y sustentar la discriminación lingüística y étnica popr otro; ser universalista en las palabras y nacionalista en la práctica.... "La izquierda" se somete a contorsiones incomprensibles y varía de significado práctico dependiendo de la circunstancia, el poder y el prestigio de una u otra acción. Así no puede constituirse una política con aspiración a la inteligibilidad. Por eso me parece también que el surgimiento de nuevos fenómenos políticos "transversales" presentan una promesa de renovación que -espero-no se vea frustrada.
    Saludos

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  8. Acabo de comprobar el comentario de Edu, pero ahora no podré leerlo. Mañana lo haré.

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  9. Hombre,yo diré que la izquierda y la derecha siempre han sido plurales y contradictorios.Pensadores políticos coherentes hay cuatro y políticos,pues,un par de ellos.
    Si hay mucha gente partidaria de la nueva izquierda, o de la vieja es porque tienen necesidad de ella: como motor de cambio posible,como rebeldía,por una infancia dificil,por seguir en la adolescencia,como coartada moral o porque les sale de los cojones.En definitiva,porque es una ideología y unos sentimientos tan propios de la sociedad postindustrial como la libertad,el egoísmo y el hedonismo.
    Sé que soy pesado.No se trata de buscar sustitutos al liberalismo, se trata de comprender la complejidad de esta ideología y su practica concreta,que se basta para cubrir todo el espectro político; que ha tenido los mejores desarrollos teóricos y que se ha descubierto como la ideología que con más éxito se ha enfrentado a la realidad y conseguido trasformarla.Por cierto el libro de Bobbio 2 Izquierda y derecha sigue siendo muy util para clarificar conceptos.Para mostrar , en cambio lo dificil y tal vez inutil de esa clarificación, Isiah Berlin me parece el más sensato

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  10. Me vais a permitir la licencia, pero a veces internet se convierte en la mejor editora del azar: y es que hay una continuidad magnífica entre el final del comentario de Eduardo y el principio del de Borja... en efecto, Zapatero no es izquierda 8en mi opinión); y, en efecto, el pp está defendiendo posturas que pueden considerarse esencialmente de izquierdas (bien que desde la oposición, lo cual es fácil).
    Yo creo que no es solo una grotesca muestra de nuestro actual ruedo ibérico, que también; creo que, en el fondo, esos partidos transversales de que hablamos tienen una hercúlea tarea por delante.

    Bona nit

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  12. Estoy con Ricky en la crítica que plantea a las palabras de Edu: servicios estatales como la seguridad social, propiedad supuesta de la izquierda, no dicen nada por la caracterización de un régimes y, por lo tanto, quedaqn lejos de iluminar caracteres políticos. Incluso si localiozamos aún más el asunto, no es lo mismo el modo en que se hizo el estado bienhechor en Gran Bretaña que en la URSS, por lo que reunir todo en una misma especie me parece confuso. Habría que encontrar detalles que clarificaran aún más en qué consiste la izquierda. Ricky ha aventurado una propuesta arriesgada, pero, visto el mundo y sin evocar viejas ensoñaciones de juventud, quizás sea la más adecuada con respecto a lo que hoy pasa.
    Por otro lado, me reafirmo en la convicción de que convertir las clases de educación secundaria en un recitado del catecismo -sea éste el ecologista, el mormón o el católico- no es más que una usurpación del papel que ha de poseer una educación para ciudadanos. Cuando los profesores se convierten en párrocos -y muchos lo son al obligar a los niños a repetir sus bienintencionadas proclamas redentoras- los niños terminan siendo monaguillos. Además, no creo que tal recitado nemotécnico tenga alguna efectividad práctica: por mucho que un alumno repita la palabra "solidaridad en clase de ética, su comportamiento no deja de ser el que en cada caso es.
    Santi: por supuesto no es cuestión de convertir el liberalismo (o alguna interpretación de éste) en dogma; yo no pretendo reprimir el pensameinto de nadie, pero creo que es forzoso actuar cuando eso que muchas veces se autodenomina "izquierda" me tilda de fascista y pretende desligitimar por ello lo que yo digo. En este sentido, defender mi libertad es también defender la suya. Lo preocupante es que esa sección de izquierdas se ha convocado en torno a vectores poco tranquilizadores: en general contra la libertad (no me refiero a ese concepto vacuo que normalmete se emplea, sino a su formulación jurídica plena), sea de uno u otro tipo; en este sentido su oposición a la "libertad de mercado" es sólo una muestra más del terror a la libertad y la obsesión por planificar, calcular y dominar lo existente. Saludos

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  13. De lo que habéis dicho me siento más cerca de Borja en su búsqueda de construcción de una política con aspiración de inteligibilidad. En este sentido no estoy muy de acuerdo de lo que dice Eduardo sobre las virtudes correctoras de la izquierda respecto a el liberalismo, y no porque no las tenga -por supuesto- sino porque tales frenos no han sido históricamente patrimonio único de la izquierda. También han sido patrimonio de otras corrientes políticas tales como el conservadurismo o el falangismo a menos que se quiera llamar izquierdistas a personajes como Bismarck (creador en Alemania de un “estado social”) o a Girón de Velasco(ministro falangista -franquista- creador del Seguro Obligatorio de Enfermedad.)

    Dicho lo cual, lo que querría puntualizar, en virtud de esa "aspiración a la inteligibilidad" a la que me apunto, es que esa ideología que creo que tanto criticamos en Feacios y que tan acertadamente señaláis (sentimentalista, “victimista”,multiculturalista, favorable a la “discriminación positiva”, invocadora a “la culpabilidad de Occidente”, a la “corrección política”, etc) no es tan confusa, aunque sí “extraña”, para muchos de nosotros.

    En mi opinión, debemos empezar dejando claro que tal ideología pertenece a lo que siempre hemos denominado como izquierda (rechaza la “antigua moral”, se niega a reconocer en toda su amplitud los crímenes cometidos por los regimenes comunistas, apela a la planificación social, criminaliza el discurso ajeno tildándolo de “fascista”, apela a una sociedad post-burguesa, etc.

    La extrañeza, aquello que nos despista de esta ideología, es para mí su origen básicamente”americano.” Esto es, tal ideología es para mí una reformulación a la “americana” (las "gueras culturales", la apelación al pluralismo y a la “discriminación positiva” es típica, de países como una estructura social como la americana...) de ciertos aspectos -por ejemplo- la “Escuela de Frankfurt” (algunos de cuyos representantes -recordemos- terminaron o desarrollaron gran parte de su vidas como profesores en universidades de EEUU) o del postestructuralismo francés.

    En resumen, para mi, los conceptos de derechas y de izquierdas siguen “vivitos y coleando” en las palabras y en la realidad aunque -eso sí- “americanizados”.

    Creo que en lineas generales se ve desde Europa que la caída del Muro supuso no sólo la caída del comunismo en Europa del Este, sino el debilitamiento de una izquierda europea, en mayor o menor medida -especialmente en casos como el francés- prosovietica... lo que creo que no nos fijamos es que esta victoria de los EEUU supuso a la larga el triunfo de “su izquierda” en detrimento de “nuestra” izquierda.

    Muchos hemos pensado que hemos sido testigos -después de 1989- de la caída de los conceptos de derechas e izquierdas, cuando -me parece por lo menos a mi- lo único que hemos visto es la desaparición de estos conceptos interpretados por nosotros, los europeos.

    Para terminar me gustaría aclarar que me parecería muy bien que apareciera una “tercera izquierda”, una izquierda en positivo de la que habláis, ni “europea” ni “americana”.
    Ojalá. Me gustará que fuera así. Aunque para ser sinceros, no lo veo.

    ("Ciudadanos" lo veo como un partido transversal no un nueva izquierda)

    Muchos saludos a todos

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  14. Perdonad, corrigiendo mi anterior entrada (no me gustaba como estaba redactada) se me ha "colado" la contestación de Borja.
    En fin....

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  15. Saludos a todos. Hace tiempo que no aparezco pero os sigo con interés, lo que pasa es que estoy sin red y sin tiempo.
    Brevemente. Veo la realidad política de modo semejante a Isah Berlin (si no lo recuerdo mal) Entiendo que el conflicto político esta cruzado por valores enfrentados, de tal manera que al realizar uno hacemos de menos al otro, pero la elección es inevitable. Estos valores son del tipo: libertad, igualdad, paz, justicia, equidad, solidaridad etc. Buena parte de las disputas políticas, como destacan Borja y Ricky, se mueven al margen de la vieja dicotomía izquierda/derecha, (por ejemplo si la paz debe ser un objetivo a conseguir a toda costa en España, por encima de la justica) pero otros conflictos, los que atañen a la disputa entre igualdad y libertad, pienso que pueden ser inteligibles en términos de izquierda y derecha. Si esto fuera así ser de derechas tampoco sería nada malo porque a todos nos agrada la libertad ¿no?

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  16. Las izquierdas y las derechas, los barbaros y los civilizados, los progresistas y los reaccionarios, los creyentes y los ateos, Darth Vader y Luke Skywalker, las fichas blancas y las negras... De aquí no creo que haya escapatoria, pero sí se puede moderar el uso demagógico de dividir la humanidad entre los buenos y los malos.
    El comentario de Borja es lúcido e impecable y en los demás comentarios se nota cómo ha calado hondo esta simplificación de la política. Eduardo, Zápiro, Don Cogito, claro que es posible hacer una izquierda positiva...¿pero es que es imposible hacer una derecha positiva?
    Hay mucho de sospechosa beatería en vuestros comentarios, como el deseo del advenimiento del verdadero izquierdismo frente a los falsos profetas que hoy lo proclaman como ya llegado.
    Y mucho de confusión, como dice Borja, al poner como ejemplo de políticas de izquierdas simples acciones de apaciguamiento revolucionario como el sistema dela seguridad social (y esto es un dato comprobable); y cuando digo revolucionario no digo liberador de la humanidad, o positivo, sino como cambio traumático de un sistema a otro, a la larga mejor o peor.
    Por cierto, lo del cambio climático se lo ha robado Al Gore al jefe Seattle, de la tribu suwamish; este piel roja envió al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce en 1855, como respuesta a la oferta de compra de las tierras de la tribu, una carta que decía así: Solo cuando el último árbol haya sido derribado, cuando el ultimo rio haya sido contaminado y el ultimo pez haya sido atrapado, nos daremos cuenta que el dinero no nos sirve para comerlo...
    ¡Qué coño! ahí va entera la carta...
    Usted nos manda a decir que desea comprar nuestras tierras. El gran jefe también nos envía palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos esta gentileza porque sabemos que poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y se tomará nuestras tierras.

    El gran jefe de Washington podrá confiar en lo que dice el jefe Seattle con la misma certeza con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas.

    ¿ Cómo podéis comprar o vender el cielo, el color de la tierra?.

    Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podrías comprarlos a nosotros? Lo decidiremos oportunamente. Habéis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre de piel roja.

    Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros.

    Las fragantes flores son nuestras hermanas, el venado, el caballo, el águila majestuosa, son nuestros hermanos. Las crestas rocosas, las savias de las praderas, el calor corporal del potrillo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia. Por eso, cuando el gran jefe de Washington manda a decir que desea comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. El gran jefe manda a decir que nos reservará un lugar para que podamos vivir cómodamente entre nosotros. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por eso, consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Mas ello no será fácil porque estas tierras son sagradas para nosotros. El agua centelleante que corre por los ríos y esteros no es meramente agua, sino, la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos estas tierras, tendréis que recordar que ellas son sagradas y deberéis enseñar a vuestros hijos que lo son y que cada reflejo fantasmal en las aguas claras de los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

    Los ríos son nuestros hermanos, ellos calman nuestras sed. Los ríos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si os vendemos nuestras tierras, deberéis recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y hermanos de vosotros; deberéis en adelante dar a los ríos el trato bondadoso que daríais a cualquier hermano. Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. La tierra no es su hermano sino su enemigo. Cuando la ha conquistado, la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las sepulturas de sus padres sin que les importe. Despoja de las tierras a sus hijos sin que les importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devora la tierra y dejará tras sí sólo un desierto. No lo comprende. Nuestra manera de ser es diferente a la vuestra. La vista de vuestras ciudades hace doler los ojos al hombre de piel roja. Pero quizá sea así porque el hombre de piel roja es un salvaje y no comprende las cosas. No hay ningún lugar donde pueda escucharse el desplegarse de las hojas en primavera o el gozar de las alas de un insecto. Pero quizá sea así porque soy salvaje y no puedo comprender las cosas. El ruido de la ciudad parece insultar los oídos. ¿y qué clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna?. Soy un hombre de piel roja porque todas las cosas comparten el mismo aliento: el animal, el árbol y el hombre. El hombre blanco parece no sentir el aire que respira.

    Al igual que un hombre muchos días agonizante se ha vuelto insensible al hedor. Mas, si os vendemos nuestras tierras, debéis recordar que el aire comparte el espíritu con toda la vida que sustenta. Y si os vendemos nuestras tierras debéis dejarlas aparte y mantenerlas sagradas como un lugar a saborear el viento dulcificado por las flores de la pradera.

    Consideraremos vuestra oferta de comprar vuestras tierras.

    Si decidimos aceptarla pondremos una condición: que el hombre blanco deberá tratar los animales de esta tierra como hermanos.

    Soy un salvaje y no comprendo otro modo de conducta. He visto miles de búfalos pudriéndose sobre las praderas, abandonados allí por el hombre blanco que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como el humeante caballo de vapor puede ser más importante que el búfalo al que sólo matamos para poder vivir.

    ¿Qué es el hombre sin los animales?. Si todos los animales hubiesen desaparecido, el hombre moriría de una gran soledad espiritual, porque todo lo que ocurre a los animales pronto habrá de ocurrir también a los hombres. Todas las cosas están relacionadas entre sí.

    Vosotros debéis enseñar a vuestros hijos que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, debéis decir a vuestros hijos de la tierra esta plena de la vida de nuestros antepasados. Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.

    Esto lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga la red de lo hará a si mismo. Lo que ocurra a la tierra ocurrirá a los hijos de la tierra.

    Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia. Aún el hombre blanco, cuyo Dios se pasea con él y conversa con él de amigo a amigo, no puede estar exento del destino.

    Quizá seamos hermanos, después de todo. Lo veremos. Sabemos algo que tal vez el hombre blanco descubra algún día: que nuestro Dios es su mismo Dios. Ahora pensáis quizás que sois dueños de El tal como deseáis ser dueños de nuestras tierras: pero no podréis serlo. El es Dios de la humanidad y su compasión es igual para el hombre de piel roja que para el hombre blanco.

    Esta tierra es preciosa para Él, y el causarle daño significa mostrar desprecio hacia su Creador. Los hombres blancos también pasarán, tal vez antes que las demás tribus. Si contamináis vuestra cama, moriréis una noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea que Dios os trajo a estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos lo que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista hacia las verdes colinas estén cerradas por un enjambre de alambres parlantes.

    ¿Dónde está el espeso bosque?. Desapareció.

    ¿Dónde está el águila?. Desapareció. Así termina la vida y comienza el sobrevivir.

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  17. Perdona, casanueva, pero me sorprende que empieces hablando de la simplificación de la política y termines citando al jefe Seattle. Sólo diré que creo (salvajemente, si me lo permites) en las medidas concretas y en el mejoramiento fáctico, pasito a pasito, de la vida de las personas dentro de un estado democrático. Lo que llamas "medidas de apaciguamiento revolucionario" en mi opinión son LA garantía de que NADIE pueda creerse Charles Bronson y decirme que mi vida debe cambiar de arriba abajo porque mirando al mediterráneo ha encontrado ¡al fin! la cuadratura del círculo. Creo que ese maximalismo es uno de los males que aqueja precisamente a la izquierda, y uno de los motivos de que el liberalismo, con sus recetas concretas, nos lleve tres pueblos de ventaja.
    Yo creo en una izquierda gris, mediocre si quieres, que coloque rampas para minusválidos en los autobuses, que denuncie la tala de árboles en el paseo virgen del puerto, y que evite la subida del precio de los huevos y de la leche. Se han dicho muchísimas cosas interesantes en esta entrada, pero si lo que parece palmario es que la izquierda, hoy por hoy, no es capaz de construir un discurso sintético, al menos seamos honestos y, entre tanto, simplemente, procuremos mejorar la vida de los que necesitan del Estado para tirar adelante.

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  18. ¿Por qué te parece raro que traiga a colación a uno de los grandes jefes de estado de la nación india cuya "sensibilidad izquierdista" le hacía plantearse la ecología desde el primitivo punto de vista del Panteísmo y lo relacione con un senador que no ha llegado a ser jefe de estado de nada que pretende regresar a la antigua visión de la Madre Naturaleza herida por su propio hijo? Pero sólo era una anécdota; la simplificación no reside en una aparente mezcolanza de textos, pues puedo entender que parezca frívolo citar a un piel roja cuando otros copian a Marx, a Rousseau, a Montesquieu, a Hobbes, a Franklin o a Maquiavelo; la simplificación se encuentra en el valor que se le de al texto que se ofrece. Dime, ¿la carta representa a la izquierda o a la derecha? Como es buena, mejor dicho, entrañablemente buena, debe de ser de izquierdas..., ¿no? ¿O ese rollito espiritual-panteista la acerca más a la derecha reaccionaria que no comprende la necesidad de la civilización para el progreso?
    La simplificación reside en convertirse en afiliado de algo sin saber a dónde conducen, o cómo, esos "pasos a pasos" de los que tú hablas. La simplificación reside en no darse cuenta de que lo importante es que no se haga demagogia con los derechos fundamentales, no ya sólo del hombre como dueño indiscutible de "La Creación", sino de "La Creación" en general como medio en donde ha desarrollarse la vida y, entre esta, la expresión humana.

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  19. Pues sí, me parece raro que equipares el pensamiento del gran jefe indio al de Hobbes o Maquiavelo y que, a pesar de ello, insistas en que los demagogos somos los otros.

    En cuanto al izquierdismo del jefe Seattle, intentaré responderte sin utilizar términos prepolíticos: apelando a una abolición de la propiedad privada no muy distinta en su fondo, Stalin envió a 3 millones de granjeros al Gulag; y apelando a un Comunismo no muy distinto, en su fondo, de ese Panteísmo mágico, eliminó a 20 milones de almas de "la Creación".

    Por cierto, creer que es necesaria una izquierda en positivo no me convierte en afiliado de la izquierda; no lo he sido nunca. Ni creo, como apuntas, que la derecha sea reaccionaria de por sí.

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  20. "Del mismo modo que en Aritmética los hombres que no son prácticos yerran forzosamente, y los profesores mismos pueden errar con frecuencia, y hacer cómputos falsos, así en otros sectores del razonamiento, los hombres más capaces, más atentos y más prácticos pueden engañarse a sí mismos e inferir falsas conclusiones. Porque la razón es, por sí misma, siempre, una razón exacta, como la Aritmética es un arte cierto e infalible. Sin embargo, ni la razón de un hombre ni la razón de un número cualquiera de hombres constituye la certeza; ni un cómputo puede decirse que es correcto porque gran número de hombres lo haya aprobado unánimemente. Por tanto, así como desde el momento que hay una controversia respecto a un cómputo, las partes, por común acuerdo, y para establecer la verdadera razón deben fijar como módulo la razón de un árbitro o juez, en cuya sentencia puedan ambas apoyarse (a falta de lo cual su controversia o bien degeneraría en disputa o permanecería indecisa por falta de una razón innata), así ocurre también en todos los debates, de cualquier género que sean. Cuando los hombres que se juzgan a sí mismos más sabios que todos los demás reclaman e invocan a la verdadera razón como juez pretenden que se determinen las cosas, no por la razón de otros hombres, sino por la suya propia; pero ello es tan intolerable en la sociedad como lo es en el juego una vez señalado el triunfo, usar como tal, en cualquier ocasión, la serie de la cual se tienen más cartas en la mano. No hacen, entonces, otra cosa tales hombres sino tomar como razón verdadera en sus propias controversias las pasiones que les dominan, revelando su carencia de verdadera razón con la demanda que hacen de ella" Thomas Hobbes.
    -1ºCreo en el Estado como expresión de una convivencia pacífica, solidaria y justa de una determinada comunidad, y entre esta y otros estados posibles.
    -2º Creo que la institución del Estado, como el resto de poderes institucionales que de él deriven, han de ser lo suficientemente sólidos y capaces como para poder defender su independencia frente a la pluralidad de gobiernos que transiten por ellas a lo largo de su pervivencia.
    -3ºCreo que la forma en que han de crearse estas instituciones y las atribuciones que les competen han de salir del debate político entre partidos, siendo estos los vehículos de la aspiraciones, demandas y convencimientos de las distintas expresiones colectivas o individuales de las personas o personalidades a las que representan.
    -4ºCreo que hoy en día estas expresiones sencillas del comportamiento político están siendo manipuladas por estas instituciones partidistas para hacer de la representación popular una simple adscripción nominal (no ideológica)
    -5º Creo que la forma que tienen de desligar la soberanía popular de las instituciones es la de confundir la opinión pública con debates falsos que son totalmente estériles para la vigilancia de las instituciones, la defensa de los derechos individuales y colectivos de las personas, y el correcto desarrollo del ordenamiento jurídico.
    -6º Creo en la democracia liberal y en el libre mercado, que no es lo mismo que el mercadeo libre, y en convertir todo en mercancía según sea provechosa la demanda que la requiere.
    -7ºCreo en la posibilidad de la alternancia ideológica de los gobiernos, tanto como que la querencia del gobernante es la de intentar perpetuarse por todo medio; de ahí la importancia de vigilar la fortaleza de las instituciones.
    -8º Creo que la legislación debe ser moderada y no transgredir ciertos límites de la expresión individual de las personas, o penalizar conductas minoritarias que no sean agresivas o perjudiciales contra las instituciones del estado, o contra los derechos y libertades de las personas.
    -9º Creo que las actuaciones de los gobernantes han de ser acordes a principios votados, debatidos y razonados ampliamente por las instituciones democráticas del Estado, e incluso por medio de referendos si llegara el caso, y no por decretos o improvisaciones arbitrarias.
    He de irme. Me encantaría seguir con esto, aunque ya no es comentario al artículo de Borja.

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  21. Es magnífico comprobar que, poco a poco, se desarrollan nuevas discusiones en las que son nuevos los intervinientes. ¡Bienvenidas las nuevas aportaciones y los participantes hasta ahora inéditos! Me alegra ver a casanueva por aquí: ¡tanto tiempo ha trnascurrido desde las interminables conversaciones del Pabellón B!
    He leído los últimos comentarios y me parece que hay materia cierta para la reflexión. Hoy no podré decir nada porque -a pesar de ser viernes y navidades- me atan ocupaciones laborales. espero poder hacerlo antes de partir de vacaciones y desengancharme durante estas breves dos semanas de la red. Un saludo a todos

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  22. Valgame el Cielo

    ¿Quien es el misterioso Casanueva?

    Me reconcome la curiosidad.

    Hoy no podré dormir.

    Una pista quiero

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  23. tengo que escribir unas cuantas cosas, pero esta noche no estoy con fuerzas. Animaré la polémica mañana.
    Contestando a Rick en su última pregunta, creo que puedo decir que Casa Nueva, al que doy la bienvenida a esta playa con entusiasmo, es el, en otras épocas también llamado Etxeberri, del comando Castuo de Garciaz.
    Por cierto, Casa, tengo un texto tuyo, tan bien escrito como ya nos acostumbraste hace tiempo que en breve colgaré en el Portal para que podamos disfrutarlo todos.

    Un abrazo amigos.

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  24. Ahora mismo no logro precisar si la cita de Hobbes es del De cive o del Leviathan, pero desde luego me parece antológica. Y aprovechando que el pisuerga pasa por valladolid, me complace anunciar a la troupe feacia que el año próximo la editorial Pre-textos publicará una espléndida edición crítica del De corpore, el menos conocido pero probablemente el más importante de la trilogía de Elementos de Filosofía de Hobbes. Sin menospreciar la correcta traducción que publicó Trotta en 2000, esta nueva se basará en la edición latina definitiva, e incluirá un cuidadísimo aparato crítico.

    Bon Nadal

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  25. En cuanto al decálogo posterior a la cita, mmmm... me he quedau sin palabras.

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  26. Castuo... algo me suena de un viaje que tiempo ha, creo que hiciesteis unos cuantos filósofos en ciernes a la Extremaduras o de otro viaje que fue a la Tierra de los vascos.Pero no, no identifico tan criptica (para mi) pista, Eduardo.

    Ah, malditos, jugais con mis sentimientos!

    ¡Cuanto me hacéis sufrir!

    Saludos a todos (incluido al misterioso casanueva, seas quien seas)

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    En cuanto al libro que decia Zápiro, os diré que efectivamente es (algo sé de la intrahistoria de esta edición)que promete hacer historia. Y no es broma. Zápiro es demasiado bueno con la edición de Trotta. Esa antigua edición es bastante mala, destinada a donación, a ser sustituida por la nueva de Pre-textos

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  27. El misterio ha sido aclarado, ya ha sido rasgado el velo del templo.

    Albricias!

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