Yo, profesor de "Educación para la Ciudadanía" por la Gracia del Estado, expongo:
Que he intentado llevar mi condición de guardián de las esencias morales democráticas con modestia y fidelidad al cargo.
Que, en consecuencia, no he puesto más multas contra la "ética cívica" que las que mi conciencia y el sentido escrupuloso del deber me han exigido, y que sólo he usado de mis armas reglamentarias en los casos en los que había de hacer frente a flagrantes violaciones del diálogo fraternal de civilizaciones.
Que me he asegurado de que en los pasillos del centro reinase la más completa solidaridad, y también he informado convenientemente a mis superiores sobre conversaciones mantenidas en la sala de profesores en las que se ha faltado al más elemental sentido de igualdad y paridad entre l@s hombr@s.
Que los reductos de fascismo y mentalidad reaccionaria que sobreviven en el instituto han sido tratados por mi mano con severidad y rigor.
Que he tratado de "aspectos relacionados con las relaciones humanas, bien sean las interpersonales, las familiares o las sociales" desde una perspectiva progresista y contraria a las tradiciones homófobas, homocéntricas y eurocéntricas propias de nuestra prehistoria católica.
Si de algo puedo arrepentirme es de no haber sabido proporcionar aprendizajes significativos a mis alumn@s. Por lo demás, sólo puedo dar fe y asumir toda responsabilidad por la labor cumplida.
Soria, 18-VI-20009
Saliendo al paso de algunas críticas envenenadas, añadiré que lo de Irán no me compete: no son más que asuntos internos de un país amigo y admirable.
ResponderEliminarMe toca esta vez no entenderte a tí, y me gustaría...
ResponderEliminarUna pequeña corrección:
ResponderEliminar"...he informado convenientemente a mis superiores/AS sobre conversaciones mantenidas en la sala de profesores/AS".
Ja ja ja... ¡cómo te pasas Borja!
ResponderEliminarBueno, yo también soy profesor de ciudadanía y la verdad es que sigo pensando que una de las críticas que podríamos hacerle es su insignificancia. Pero respecto a lo que han aprendido mis alumnos (los pocos que han aprendido algo), no creo que haya en ello nada de peligroso: cosas como la progresividad de los impuestos, el lugar jurídico de la constitución (y otras leyes), el papel del Rey, el sistema de elecciones, la estructura autonómica... cosas así merece la pena aprenderlas, creo yo.
Lo que sí me parece peligroso es la frasecita que han metido en el texto de la ley del nuevo bachillerato: viene a decir que los alumnos de segundo, podrán elegir hacer selectividad de Historia, filosofía o, si fuera el caso, ciudadanía. Tal vez este gobierno tiene ya en mente sustituir la filosofía por ciudadanía... ¿y qué tendré que decir nuestro profesor-ministro de todo esto?
Vale, de repente, al volver por respuesta me la di. Ya decía yo... En fin, unas veces uno se cree el único capaz de ironizar y que lo pillen todos.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, gracias por vuestros comentarios. Carlos: Supongo que el medio escrito exige una afinación de la ironía uq eme es difícil alcanzar para que ésta sea plenamente perceptible. Esto no es más que una broma cargada con la terrible amenaza de un programa político que todavía no ha terminado de revelarse del todo. Desde nuestras primeras discusiones sobre el tema creo que estab presente una cosa importante que señala Edu: la asignatura de "ciudadanía" ha nacido con la intención clara de desplazar y sustituir a la filosofía. D. emasiado inútil y evocadora de contenidos subversivos, la filosofía ha de dejar paso a la perfecta "socialización del hombre". Para eso sirve una moral oficial del estado. Que, además, el poder se permita la pequeña broma de encargar a un filósofo la tarea de hacer beber la cicuta a la filosofía no es más que una nota más de parodia posmoderna; no obstante, tampoco es algo demasiado ajebno a la historia de la filosofía: los más tenaces enemigos de la filosofía han contado con el nombre de "filósofos".
ResponderEliminarLas correcciones de Ashep, como siempre, son muy relevantes (todavía tengo mucho que estudiar para asimilar completamente la revolución linguística comandada por el BOE)
Sí, caí algo tarde pero con total "incredulidad" como dejé apuntado. Lo que explicas ahora conlleva mi acuerdo obvio: llevo tiempo, desde que inicié mi blog y antes calificando la destrucción del lenguaje y la reducción de los conceptos (que aportamos) a slogans (por la burocracia gobernante). Se trata de "marcar" al amigo y al contrario y nada más, y de enseñar que eso es lo único que importa. Lo vemos en todo y cada vez más... y nada que signifique algo sino que cumpla la función de le "marcaje"/"identificación" tácticas, de corto plazo, intercambiables...
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Carlos.
ResponderEliminarOs saludo a todos a pocas horas de comenzar las temidas fiestas de S. Juan de Soria