Página de filosofía y discusión sobre el pensamiento contemporáneo

jueves, 23 de mayo de 2013

Acción de protesta contra la LOMCE.
Borja Lucena

 
Ayer recibí un correo con la propuesta de una plataforma educativa de Vallecas. Escribir al ministerio de Educación una protesta en relación a la flamante nueva propuesta de reforma educativa, ésa era la proposición. Como tenía un rato, lo hice, y el que sigue fue el resultado. Será archivado, quizás ni leído. Tampoco sé si, de serlo, alguno de la excelsa casa llegaría a comprender mis razones. Tampoco creo que agradara a los partidarios del otro progresismo. Aquí os dejo lo que escribí y también las instruciones para hacerlo:


 Acción de protesta contra la LOMCE

 ¡¡URGENTE!! CONTRA LA LOMCE, EN 4 SENCILLOS PASOS


1- Entrar en la página web del Ministerio de Educación: http://www.mecd.gob.es
2- Pinchar arriba en “atencion al ciudadano”.
3- Ir a contacto por internet (en la parte de más abajo de la página), elegir "temas educación" y picar en “este formulario”.
4- Rellenar el formulario (basta nombre, un apellido y una dirección de correo electrónico) y escribir en la ventana grande ¡¡NO A LA LOMCE!! o lo que consideres oportuno, claro. En la parte de abajo, en "Asunto de la consulta” escoger “legislación educativa” y enviar consulta.


 Señor Ministro de Educación:

 Deseo expresar mi rechazo al nuevo proyecto de Reforma Educativa, que no hace más que seguir la estela de las nefastas reformas anteriores, agudizando, más que paliando, las graves deficiencias que se han ido introduciendo en el sistema educativo español con el correr de los años. Por no ser prolijo, sólo diré que el tan extendido prejuicio progresista es, en su propuesta, igualmente omniabarcante, en el sentido en el que la educación, más que como cuidado, cultivo y transmisión de la tradición a la que pertenecemos y de sus propósitos más valiosos, se plantea como una eliminación de todo lo que tenga que ver con los contenidos culturales, filosóficos, artísticos, históricos que aquélla nos ha legado. La reforma deroga el papel nuclear de la tradición filosófica en la conformación de las sociedades europeas, elimina las disciplinas artísticas que han configurado un modo propio de mirar con respecto a otras tradiciones (música, dibujo), posterga los conocimientos humanísticos y, en suma, se configura como una apuesta decididamente plebeya por lo utilitario, lo instrumental, lo competitivo -que no agonal- y lo circunstancial de ciertos "rankings" y medidas convencionales o interesadas como el "Informe PISA".  Por otro lado, el profesorado, ya asfixiado en las anteriores leyes educativas por un sinfín de burocracia, por una exhaustiva programación que expulsa de su labor el propio talento y libertad, por una creciente intervención inquisidora del comisariado político de turno, por la tiranía de modas pedagógicas -como la actual de las "competencias"- de valor nulo para la educación y la práctica docente, tampoco en esta reforma se ve aliviado de la creciente automatización y pérdida de belleza de su tarea, sino que, al contrario, es condenado a una perspectiva de mayor sometimiento a autoridades políticas, técnicos, gestores y burócratas profesionales.

Atentamente,
Borja Lucena Góngora, profesor de filosofía del IES Antonio Machado de Soria

2 comentarios:

  1. En la línea en la que argumentas, Borja, transcribo unas palabras de Finkielkraut:

    “Enseñar equivale a tejer una relación entre los vivos y los desaparecidos. Se trata de entregar el testigo. Y nada está decidido de antemano: la relación puede no establecerse o romperse; el testigo puede caerse. Ningún determinismo biológico o sociológico hace a los alumnos herederos de la cultura. Esa trasmisión simbólica no depende de la herencia, sino de la responsabilidad de los maestros. De ahí la inquietud fundamental de esos transmisores de cosas invisibles. Si no tuvieran miedo estarían locos” La ingratitud

    Saludos

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  2. El otro día cerca de Cruz del Rayo, cerca del auditorio, dos señores conversaban. Uno de ellos vestía sotana, pasados los sesenta, y de manera típica, paseaba con los brazos cruzados a la espalda, marcadando firmemente el paso, primero la pierna izquierda, luego la derecha, como si fuera jugando a pisar las valdosas del atrio de un monasterio. El otro más bien tenía pinta de alto funcionario,(por allí está no sé qué consejería de la comunidad) traje correcto, corbata roja, con los brazos casi pegados al cuerpo, sin acompañar el movimiento de las piernas al andar. Pues el religioso, apenas entendí la conversación, parecía hablar de la crisis, de qué otra cosa si no, pero lo curioso es que llegué a entender que le decía al funcionario algo así como que estos tránsitos de generación tienden al conservadurismo, a la reacción, a la sobreprotección, "... y como el padre no quiere abdicar, pues va para largo..."; eso sí lo oí al religioso. Y entonces siguieron su camino hacia Avenida de América y yo hacia Cartagena.
    Curioso es el punto de vista de este cura, a mí jamás se me habría ocurrido pensar en que estamos yendo hacia atrás porque no quieren que se les escape de las manos la sucesión y mantenimiento del régimen... Puede tenerse en cuenta. Felipe como el nuevo liberador, la nueva epifanía española..., no sé, no sé...

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